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El vocero de la Diócesis, Saúl Ragoitia, consideró que son los padres de familia los principales responsables de inculcar en los jóvenes una información sana sobre cómo ejercer su sexualidad, y que ésta no sea vista como una acción irresponsable que pueda generar consecuencias graves, como son los embarazos no deseados.
Aseveró que este tipo de consecuencias, así como los abortos por embarazo a temprana edad, o la deserción escolar por el mismo motivo, son también generados por la prevalencia de una sociedad en donde la sexualidad es abordada pragmáticamente.
“No ha habido una verdadera educación de fondo, hoy el tema de la sexualidad no puede reducirse a cuestiones meramente genitales, es una temática más amplia, y sin embargo, las campañas y proyectos en torno a ello giran en una cuestión pragmática, a soluciones mediáticas a problemas que aquejan a este tipo de consecuencias”, aseveró Ragoitia.
Precisó que como iglesia católica la doctrina que se maneja y se tiene acerca de la educación sexual es que ésta tiene que partir desde la familia.
“Las primeras clases de sexualidad son para enseñar sobre la dignidad de las personas, valorase y conocerse a sí mismo”, dijo.