en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), delegación Querétaro, trabajando como enfermera, profesión que deseó ejercer desde muy joven y que describe como una constante ayuda a quien más lo necesita; asegura que practicar la enfermería es vocación y no obligación.
Fue a los 22 años de edad, una vez que egresó de la carrera de Enfermería de la Universidad Autónoma de Querétaro, cuando tuvo sus primeros acercamientos a esta profesión, primero como interna en el Hospital General del estado y posteriormente en el Hospital regional del IMSS.
Sin embargo fue desde muy joven cuando decidió ser enfermera, esto pese a que no contó con la información suficiente y necesaria para saber lo que implicaba la profesión, situación que fue confirmando con la experiencia y el paso del tiempo.
“Era muy joven cuando decidí estudiar enfermería; salí de la Universidad e inmediatamente ingrese a la carrera, y no tenía tantos conocimientos de lo que era la enfermería, pero con el paso del tiempo descubrí que realmente era lo mío y lo que me apasiona, porque enfermería no es una profesión, es una vocación”, destacó María de la Luz.
Aseveró que esta vocación, de manera personal, la ve refrendada todos los días que acude a realizar sus guardias en el Instituto, en donde tiene un permanente acercamiento con sus pacientes y en la ayuda que les brinda.
“A veces pasan cosas que no nos gusta, como cuando se nos va un paciente que no esperábamos que se pudiera haber muerto, y es una de las cosas que a mí como enfermera me pega mucho, porque no trabajamos con papeles, números o máquina, son seres humanos, y esa situación es la más difícil”, externó la enfermera.
De igual forma, comenta que en algunos casos es verídico lo que se dice de las enfermeras, en el sentido de que son malhumoradas y de los malos modos con los pacientes; sin embargo, aclara, que su forma de ser es diferente a este mito, ya que lo que realiza, lo hace con pasión y amor.
“Todos somos seres humanos, no somos moneditas de oro. Lamentablemente hay diferentes tipo de carácter, pero como tengo personas a mi cargo, procuro hacerles saber que debemos deslindar nuestros problemas del hogar o personales, de nuestros pacientes, porque así lo requiere la práctica profesional”, dijo.
María de la Luz, invita a todos los jóvenes a cursar la carrera de enfermería, siempre y cuando tengan la vocación para desempeñarla, ya que actualmente se necesita gente joven, comprometida y entusiasta para enfrentar los retos que se están presentando.
Por último dijo sentirse orgullosa de formar parte del IMSS, ya que es una Institución que le ha brindado muchas satisfacciones a nivel profesional.
“Soy una persona muy institucionalista, yo creo porque he tenido muchos beneficios del Instituto a nivel personal y económico. A veces se hablan cosas no tan agradables del Seguro pero a mí me ha dado mucha satisfacción, porque he crecido en lo profesional y en lo personal”, comentó.
María de la Luz Ramiro García, actualmente tiene 47 años de edad, nació en el estado de Oaxaca, de padres queretanos, sin embargo, por cuestiones del destino como ella lo califica, después de su nacimiento vivió por 10 años en Durango y posteriormente en Querétaro.
En lo que respecta a su vida personal, tiene tres hijas, quienes están cursando la licenciatura de Derecho y dos de ellas están a punto de recibirse.
En lo profesional, ha recibido el reconocimiento de calidad por parte del IMSS. Cuenta con dos especialidades, una que curso en la UAQ como enfermera especialista pediatra, y la segunda por parte de la Universidad del Valle de México en servicios administrativos de enfermería.
Actualmente, es jefa de piso del turno nocturno de medicina interna del Hospital Regional del IMSS, su jornada es los lunes, jueves y sábados de ocho y media de la noche a ocho y media de la mañana.