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En el Centro Histórico de Querétaro ya no pernoctan personas en la calle, el gobierno municipal asegura que el operativo abona a mantener la buena imagen de una ciudad que está por cumplir 20 años de ser nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Desde el 16 de noviembre, cuatro dependencias realizan recorrido en calles, sobre todo de la zona del Centro, para detectar a indigentes que pudieran dormir en la vía pública, a quienes se les ha invitado a los albergues, informó el alcalde Marcos Aguilar.
Éstos tienen capacidad para tener hasta a 400 personas, con la condicionante de que no ingresen en estado de ebriedad o drogados y que no padezcan alguna enfermedad siquiátrica.
“Esto ha dado resultado que contribuye mucho a la salubridad, a la seguridad, a la imagen urbana y al turismo que es un aspecto muy importante que nos habían señalado vecinos y comerciantes del Centro Histórico”.
Los participantes de los operativos son la Unidad Municipal de Protección Civil, la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, Dirección de Inspección y el Sistema Municipal DIF.
“Encontramos 280 personas pernoctando en portales del Centro Histórico, en andadores, he dado instrucción a cuatro dependencias para que participen en esta actividad […] para invitar a la población a realizar esta actividad en los albergues municipales en donde tenemos capacidad para recibir hasta 400 personas”.
El operativo se realiza en la temporada de frío, que comenzó el 15 de noviembre, pues es cuando más personas llegan a las calles de Querétaro —incluso de otras entidades— para trabajar en la venta de artesanías, además de que buscan la caridad.
Sin embargo, afirmó el edil, el riesgo a su vida es alto por las bajas temperaturas que se presentan en la capital y que este año se estiman por debajo de los 5 grados centígrados.
“Tenemos una capacidad instalada suficiente, afortunadamente hoy no están pernoctando en la calle, si hay insistencia se les invita a retirarse”.
El secretario de Gobierno, Manuel Velázquez Pegueros, afirmó que las calles están libres de estas personas, y fue enérgico al exponer que no permitirán que éstas duerman en las calles.
Aunque afirmó que no existe una sanción para las personas que se nieguen a ir al albergue, dijo que el riesgo a su vida es suficiente “que mayor sanción que poner en riesgo su vida”.
Las personas que han sido retiradas han aceptado acudir a los albergues y otras, según su registro, decidieron regresar a sus lugares de origen.
La vigilancia se lleva a cabo en los portales de Plaza de Armas, Jardín Zenea, andadores de 5 de mayo y 16 de septiembre, Plaza Constitución y otros sitios que son concurridos por los indigentes.