La quema de “Judas” es una de las tradiciones que fieles católicos realizan como parte de la conmemoración de la Semana Santa. Desde el jueves y hasta el domingo santo, en el jardín Guerrero se sitúan diversos establecimientos donde se venden.
Durante estas fechas, diariamente comercian alrededor de 50 piezas aseguró la vendedora Mari Cruz Camargo López. “La gente los compra para quemarlos, porque representa a Judas. Y sí se venden, en un día se llevan como 50 de diferentes tamaños”. Los precios oscilan entre los 25 y 50 pesos
Judas es representado tanto en forma de diablo como de diversas figuras malignas que representan los siete pecados capitales.
Dichas imágenes son elaboradas a base de papel y engrudo, posteriormente se pintan con esmalte y tan sólo la fabricación de 20 figuras requiere de una semana de tiempo explicó la comerciante.
“Están hechos de papel, engrudo y se pinta con esmalte. Como tenemos varios moldes en un día se hacen varios, pero los hacemos en partes y tardamos como una semana para hacer 20 muñequitos”.
El proceso de producción incluye poner pólvora en el muñeco, con la finalidad de que sea quemado, pero a fin de tomar medidas precautorias únicamente se logran destellos de luz entorno a la figura, “tienen pólvora para que los prenda, pero sale pura luz, pues ha habido muchos quemazones”, comentó Mari Cruz.
Por tal motivo los trámites para comerciarlos fueron extenuantes, “de hecho no querían dejarnos poner, estuvo medio canijo porque nos pidieron mucho requisitos para venderlos”.
Elaborarlos es parte de una tradición cultural y artesanal; ya que además de la representatividad del acto de quemar a Judas, se encuentra el proceso de fabricación que es totalmente manual.
Los artesanos que hacen las figuras de Judas, son quienes también realizan muñecas de papel, así como una amplia variedad de figuras que anteriormente eran consideradas juguetes pero que a la fecha fungen como artesanía aseguró Mari Cruz Camargo.
“Cuando no hay Judas hacemos muñecas y caballitos que se venden en el transcurso del año. Las muñecas antes se vendían como juguetes pero ahora la compran por conservar una artesanía, sobre todo las señoras porque los niños prefieren otro tipo de artefactos”, señaló.
La vendedora de 37 años explicó la transición de las figuras, es decir, que dejaron de ser un juguete para concebirse artesanalmente; 22 años de dedicarse a la elaboración tanto de Judas como de muñecos le han permitido observar la conversión.
Mari comenzó a elaborarlos desde que tenía 15 años aseguró que aprender a hacer las tradicionales figuras fue complicado inicialmente; “al principio fue difícil porque no sabía y me costaba trabajo, aprendí desde chica porque este era el trabajo de mi papás, desde chiquilla me enseñaron”.
A la fecha, Mari Cruz Camargo López continúa creando tanto las emblemáticas figuras de Judas, cuyo demanda aflora en época de Semana Santa, como diversas figuras que ven de durante el resto del año.