“Lo logré una vez y sé que lo volveré a lograr, lo volveré a hacer. Ahora créanme que los sueños se cumplen si luchas y no dejas que esto te deprima”, refirió Jaime Frederick Galván Ávila, joven de 18 años que desde los 11 fue diagnosticado con leucemia, es decir, cáncer en la sangre.

Junto con su familia buscaron diversas alternativas para encontrar un lugar que los apoyara, ya que la falta de recursos económicos parecía dificultar su situación, pues a los 15 años dejó de recibir el tratamiento que le brindaban en el Hospital del Niño y la Mujer, porque decía que al parecer el cáncer había vencido .

Luego, a los 18 años y dos meses, durante una cita médica su doctora le informó que había sufrido una recaída y que por su edad ya no podría ser beneficiario de los medicamentos que se le proporcionaban en el hospital.

Luego de hacer lo imposible, ahora es un beneficiario de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC) y continúa luchando.

Con lágrimas en los ojos les pidió a sus compañeros que no se depriman, que por su experiencia sabe qué no es fácil vivir el cáncer de niño ni el cáncer de adolescente. “Me está tocando vivirlo dos veces en dos etapas, pero eso no significa que no se pueda hacer”, refirió Jaime.

Dijo a todos los niños que cuenten con esta enfermedad y a sus padres que no se dejen caer, porque para él todos ellos tienen lo más importante, más que el medicamento: tienen a su familia.

Todo ello durante la inauguración del centro de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer, I.A.P. (AMANC), que tiene como propósito disminuir el índice de abandono del tratamiento de niños con cáncer de los 18 municipios del estado, ya que algunas ocasiones a causa de la falta de recursos económicos personas de comunidades de Jalpan de Serra o Tequisquiapan abandonan el tratamiento médico.

Con esto se buscar brindarles a los menores y a sus familiares apoyo con la compra de medicamentos, consultas y, en algún momento, refugio de acuerdo a sus necesidades.

El centro AMANC está ubicado en la calle Coba 31, colonia Vista Azul, y en una primera etapa cuenta con ocho habitaciones.

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