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El director local de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), José Javier Jiménez Sánchez, explicó y desmintió que la mortandad de peces sea a causa de la industria Kimberly Clark. “No es verdad lo de la mortandad. Hay un bordo ahí chiquito, que tiene 15 metros de ancho y eso es un almacenamiento pequeño, cuando han venido arrastres de agua con lodo. El agua se queda sin oxígeno. En el lugar sólo hay 15 peces muertos”, dijo.
El 22 de octubre, EL UNIVERSAL Querétaro publicó que durante años se ha hecho uso de esta agua en el riego de jardines y tierras de cultivo de forraje, por su buena calidad.
Además se informó que el subdelegado de la localidad, Adrián Miranda Bárcenas, advirtió que recientemente esta agua se derrama del canal, llegando hasta el bordo donde los peces han muerto y, de acuerdo con Miranda Bárcenas, el líquido proviene de la empresa Kimberly Clark.
Por lo que Jiménez Sánchez expresó que a la empresa que culpan no tiene nada que ver en la mortandad de estos peces e insistió que el problema es la acumulación de residuos sólidos, como el lodo, por lo que el agua se queda sin oxígeno y mueren.
“Los peces han muerto por falta de oxígeno porque ha habido mucho arrastre de lodo que esta ahí en la presita, en el bordo. La empresa no tiene nada que ver, y si así fuera lo diría. Kimberly tiene una planta de tratamiento y a veces da la impresión de que la usan y hay veces que no, pero no tiene nada que ver la empresa en esta mortandad”, insistió.
Por lo tanto, dijo que para la Conagua esta situación es normal, “cuando tienes un exceso de lodo o de sólidos o tienes una conductividad alta y eso también propicia a que se muran los peces o cualquier ser vivo”.
Finalizó que la empresa Kimberly Clark se encarga de comercializar productos de las marcas como Huggies, Kleen bebé, Pétalo, Kotex, Kleenex y ejemplificó; “Kimberly es casi todo materia orgánica, en las plantas residuales no vez el papel higiénico porque se diluye, porque son sólidos muy pequeños”.
Siguen ahí
Docenas de peces muertos permanecen a las orillas de un bordo en la comunidad de Guadalupe de las Peñas, en San Juan del Río. El fenómeno comenzó a partir del derrame de agua tratada. Ahora llegan perros para alimentarse de los peces.