Afectaciones a 85 viviendas, la caída de la barda perimetral en la escuela secundaria y pérdida de material médico en el centro de salud fue el saldo de la tromba que azotó a la comunidad de La Valla en San Juan del Río.
El gobernador del estado José Calzada, junto con el alcalde Fabián Pineda y el director de la unidad estatal de Protección Civil Gerardo Quirarte, recorrieron las zonas afectadas y se comprometieron a dotar de la infraestructura necesaria a la localidad para evitar nuevas inundaciones.
José Calzada Rovirosa aseguró que no se escatimarán recursos para atender a las familias afectadas por las inundaciones en la comunidad sanjuanense.
El gobernador estimó que además de la ampliación del canal y de la compuerta del mismo, se deberán llevar acabo otras obras para resguardar a los habitantes, y prevenir nuevas afectaciones en caso de futuros torrenciales.
Aunque de momento no se designó un recurso para compensar a los afectados, el gobernador y el alcalde ratificaron todo su apoyo económico a las familias que así lo requieran.
Cerca de 200 efectivos militares, apoyaron en labores de limpieza y resguardo de las personas afectadas por la lluvia.
El gobierno municipal realizó la contratación eventual de 200 personas para que se sumen a las labores de limpieza y atención a los afectados, mientras que la Secretaría de Seguridad Pública de San Juan del Río dispuso de 70 elementos de policía, 21 cadetes y 8 patrullas para dar ayuda.
El presidente municipal Fabián Pineda propuso generar una partida presupuestal para contingencias al reconocer que San Juan del rio se ubica en una parte baja y por ello en riesgo latente.
De acuerdo con la Unidad Estatal de Protección Civil, fueron 75 milímetros de agua los que dejó la lluvia en la comunidad de La Llave, lo que representa la lluvia que suele registrarse en un periodo de 6 meses de manera regular en el territorio queretano
A través de las brigadas de Soluciones, se proporcionaron a los habitantes mil cobijas e igual número de despensas para mantenerlos abrigados y alimentados, en lo que sus viviendas siguieron dañadas por la lluvia.
En tanto se reabrió el canal de agua y se realizaron trabajos de rehabilitación en las calles. Una zanja también fue abierta en la zona más afectada a fin de derivar el agua hacia la presa de La Llave, de manera preventiva.