De octubre de 1987 a octubre de este año, el poder adquisitivo del salario ha tenido una pérdida de más de 83%, de acuerdo con el reporte de investigación México: se agudiza la superexplotación del trabajo. Continúa la pérdida del poder adquisitivo del salario de 9.65% con Peña Nieto, publicado por el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Con lo anterior se refleja que las personas cada vez tienen menos oportunidad de cubrir sus necesidades básicas de alimentación, pues el bajo poder adquisitivo comparado con el incremento de los precios de los artículos necesarios, hacen casi imposible la compra de la canasta básica en el país.

De acuerdo con el documento, “a pesar de los miles de millones invertidos en programas, la pobreza creció  58% en 42 años, ello evidencia que la administración de Enrique Peña Nieto no resulta distinta a las anteriores, es indiscutible que no hay mejoras para quien trabaja; para dar cuenta de esta situación, el incremento anual en el salario no ha rebasado 4.20%, desde el primero de enero de 2013. Por ese motivo, desde dicho año, 102 millones 425 mil mexicanos no pueden comprar la canasta básica constitucional integral, que al primero de julio  de 2013 tenía un precio diario de mil 40 pesos [16.04 salarios mínimos]. Tal canasta constitucional cubre las necesidades básicas que marca la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (articulo 123), incluye bienes y productos de primera calidad”.

Al respecto, José Islas González, profesor de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), campus Querétaro, consideró que el salario que ahora perciben los trabajadores no es suficiente para cubrir sus necesidades.

Explicó que el aumento del salario mínimo equivalente al de la inflación anual no resuelve el problema que viven cientos de mexicanos, pues es necesario que para equilibrar el poder adquisitivo, además de incrementar la inflación, se suba uno o dos puntos porcentuales más, para que de este modo se haga un ajuste paulatino y de este modo la economía de las familias vaya tomando fuerza.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indicó que de 2010 a 2014 el porcentaje de personas en pobreza en Querétaro pasó de 41.4% a 34.2%, mientras que en número de personas representó 767 mil en 2010 y disminuyó a 675 mil en el último reporte de 2014. Lo que representó una variación de 4.5% a la baja.

Mientras que a nivel nacional, estas cifras reportaron, en 2010, un porcentaje de 46.1, y para 2014 el dato se incrementó a 46.2%, en tanto que en número de personas pasó de 52 millones 813 mil a 55 millones 341 mil personas en pobreza.

En tanto que en el tema de pobreza extrema, la entidad reportó que en 2010 había un porcentaje de la población de 7.4% y para el 2014 disminuyó a 3.9%, presentando 137 mil personas en el primer año y 76 mil para el último periodo estudiado; con esto se tuvo una variación a la baja de 3.5 puntos porcentuales.

En el caso de la pobreza extrema, el Coneval reportó una disminución, al pasar de 11.3% a 9.5% de 2010 a 2014, en tanto que el número de personas fue de 12 millones 964 mil a 11 millones 442 mil, indicó la fuente.

De acuerdo con este organismo, “una persona se encuentra en situación de pobreza cuando tiene al menos una carencia social [en los seis indicadores de rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación] y su ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias”.

En tanto que se la situación de pobreza extrema es “cuando tiene tres o más carencias, de seis posibles, dentro del Índice de Privación Social y que, además, se encuentra por debajo de la línea de bienestar mínimo. Las personas en esta situación disponen de un ingreso tan bajo que, aun si lo dedicasen por completo a la adquisición de alimentos, no podría adquirir los nutrientes necesarios para tener una vida sana”, indicó el mismo consejo.

Comparativo

Hasta noviembre de 2015, el costo mensual de la canasta alimentaria rural era de 920. 69 pesos diarios, en tanto que en el mismo mes, pero de 1992, el costo de estos productos apenas llegaba a los 119.02 pesos, según el Coneval.

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