“Lleve la bolsa. A 200 pesos cada una. Se la dejó a 180 para que se la lleve”, dice la vendedora que tiene su puesto en una orilla del jardín Zenea, junto con un centenar de vendedores, algunos artesanos, otros no, que se instalan en esta zona durante estas semanas.
Aprovechan la visita de turistas de otras entidades que quieren llevarse un recuerdo de sus vacaciones decembrinas de este 2023 en Querétaro.
La vendedora muestra los modelos de las bolsas a la joven que se acerca al puesto. La potencial compradora ve con poco interés las bolsas. “Estas no son artesanías”, dice la joven después de irse del puesto y seguir viendo los otros locales.
Muchos de los “artesanos” comienzan la instalación de sus puestos a media mañana. El frío matinal “asusta” a los compradores, pero al final de cuentas se acercan para pasear y comprar souvenirs cuando el sol calienta un poco a través de las nubes que se abren poco a poco.
Los comerciantes ofrecen mercancías diversas. Desde supuestas muñecas Lele, hasta mochilas “artesanales”, pasando por tazas, carteras, bolsas y llaveros. Muchas mercancías no son artesanías, sino que incluso dicen “Made in China”.
Los comerciantes se apuestan en las orillas del jardín Zenea. Usan las zonas más cercanas a las vialidades, donde son más visibles para quienes pasean por el primer cuadro de la capital queretana.
La mayoría de los queretanos no suelen comprar en estos puestos. Sólo algunos pocos se acercan a comprar algún recuerdo para algún familiar que visita el estado o a quien visitarán en las próximas fechas.
Los precios de los productos son más bajos que los que ofrecen las artesanas que siempre hacen presencia en las calles capitalinas durante todo el año. Una muñeca Lele que por lo regular venden en 250 pesos, la ofrecen en 180. Precio simbólicamente más bajo.
En los puestos algo poco habitual en las comerciantes artesanas, se ven a familias enteras. “Son el muro contra los inspectores”, dice alguien. Usan a los menores de edad como defensa ante cualquier intento de desalojo por parte de las autoridades locales.
Los queretanos, en su mayoría, pasan y desaprueban la instalación de estos comerciantes, que dicen “ni son queretanos ni son artesanos”. Muchos de ellos, cuando se les interroga, dicen venir de Amealco, aunque no saben decir a qué comunidad pertenecen.
Conforme avanza la mañana y el día los visitantes comienzan a salir a las calles. El movimiento aumenta en las calles queretanas. El movimiento en el Zenea es intenso. Las bancas son ocupadas por los paseantes que buscan un momento para descansar o admirar el paisaje. Los comerciantes aprovechan para ofrecer sus productos a quienes están en el lugar.
Alrededor del Zenea los comerciantes establecidos deben “aguantar” la presencia de los “artesanos”, que ven afectadas sus ventas, aunque la mayoría comprenden que todos merecen ganarse el pan de cada día. Aunque otros no lo ven así.
La autoridad municipal, al menos en estos días, luce ausente. Semanas atrás, al jardín Zenea se acercaban inspectores municipales para supervisar a quienes ahí vendían. En la última semana del año parecen hacer una tregua.
Más allá del Zenea la vida y las actividades continúan de manera normal para los días postnavidad.
En muchos comercios establecidos comienzan a aparecer las ofertas de fin de temporada. Por ello se tiene que “sacar” la mercancía.
En las calles hay cientos, quizá miles, de potenciales clientes que caminan por las diferentes calles y jardines del centro. Desde la Plazuela Mariano de las Casas hasta Plaza de Armas. Lo hacen de manera más tranquila, después de la vorágine navideña. Pasean con más calma, disfrutando los días de asueto.
Los días de asueto no son para todos. Los comerciantes, los artesanos, quienes afiliados a una organización identificada como Coindepromix Qro-Jal, agradecen el apoyo ciudadano a través de una manta colocada en el kiosko del Zenea, deben de trabajar con mayor intensidad, aprovechando la última semana de 2023 y la primera de 2024 y el turismo que visita Querétaro para vender un poco más, previendo un mes de enero complicado por bajas ventas y pocos visitantes que busquen sus productos.