En lo que va del presente año, se ha incrementado 22% el número de casos de dengue en Querétaro con respecto a los registrados durante 2023, esto a dos meses de que finalice la temporada de lluvias, así lo informó la Secretaría de Salud federal en el último comunicado publicado este 29 de julio.

En lo que va de 2024, el estado de Querétaro acumula 118 casos confirmados de dengue, con los cuales ya superó a los 96 registrados el año pasado, según datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud federal. De acuerdo con el reporte, la última semana —que correspondió del 22 al 29 de julio— fue la que más contagios sumó, con un total de 28, lo que representa un incremento de 31% en solo una semana; los últimos 15 días, ha sido un incremento del 65%.

El municipio de Tolimán es el más afectado hasta ahora, con 64% de los casos (76), le sigue Arroyo Seco con 18% (21), Querétaro con 16% (19), Corregidora con 1% (1) y Jalpan de Serra con 1% (1).

Se consideran aproximadamente 218 casos por cada 100 mil habitantes. La capital del estado sería la segunda zona más afectada con 13 casos, una incidencia de una persona por cada 100 mil personas.

A nivel nacional, se tienen acumulados 28 mil 661 contagios de dengue, más del triple de los 9 mil 300 del mismo periodo del 2023. Además, se reportan 76 defunciones, un incremento del 80% respecto a 2023 cuando se registraron poco más de doce.

El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Los síntomas más comunes son: fiebre alta, dolor de cabeza, dolor de ojos, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos y sarpullido. El dengue hemorrágico es una forma más severa de la enfermedad que puede causar hemorragias, daño en los vasos sanguíneos y reducción en el número de plaquetas.

Los síntomas, sin embargo, suelen ser muy similares, por lo que se pide a la población mantenerse atenta a los malestares y la evolución de las personas que contraen el virus. El comunicado indica que las autoridades de salud han intensificado las medidas de prevención, incluyendo campañas de fumigación y concientización, especialmente en las áreas más afectadas que, tanto en Querétaro, como en el resto del país, se trata de zonas rurales y urbanas cercanas a cuerpos de agua, donde se pueden generar criaderos de mosquitos.

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