Paseo Querétaro, al poniente del municipio de Querétaro, es una de las vialidades más jóvenes de la ciudad, construida hace menos de una década. Es moderna y funcional pues cuenta con ciclovías, modernos semáforos, amplias banquetas y cuatro diferentes cuerpos en sus dos sentidos.
Por su funcionalidad, la autoridad estatal puso en Paseo Querétaro a circular las nuevas y modernas unidades del transporte público.
Paseo Querétaro es una vialidad que comunica a 5 de febrero con Jurica, Juriquilla, Mompaní, comunidad cercana en donde se localiza en relleno sanitario de la ciudad, sitio a donde llegan a descargar todos los camiones que transportan la basura.
En esta ruta por donde circulan todos los camiones recolectores de basura en su ruta hacia el relleno, se observa la colonia Real de la Loma, un fraccionamiento situado en la calle de Monte Caseros, esta pequeña arteria se localiza entre dos avenidas: Peñaflor y Paseo Querétaro.
Caminar de Paseo Querétaro hacía el fraccionamiento Real de la Loma que donde hay dos unidades condominales con casas verticales se necesita destreza especial para brincar la maleza, montañas de basura, alcantarillas abiertas y también torear a los innumerables ratas o ratones que han hecho su hábitat natural ahí.
Pascuala Robles, vecina de la zona, dice que este lugar “se pone más feo por la noche”, ya que está totalmente obscuro, pues la maleza y los árboles “sin arreglar”, ahí, localizados, “son el refugio de indigentes y malvivientes”, situación que representa un riesgo para los peatones que por dicha zona transitan.
“Este horrible cuadro”, expone Pascuala, se observa a toda hora, pues además de las paredes grafiteadas y la propaganda que dejó ahí Morena, crecen las montañas de basura sin que la autoridad algo por limpiar, pese a que este un lugar de transito constante de los camiones recolectores.
En la zona hay un terreno, donde se observa que ahí fue en el pasado un jardín de la colonia, pues solo se observan juegos infantiles y un quiosco, todos abandonados y decorados con montañas de basura y maleza que todos los días crece y por donde corren enormes roedores. En los camellones se ve lo mismo: basura y maleza y alcantarillas destapadas, con el riesgo de que tanto autos como peatones caigan.
Frente a una de las unidades condominales también, se observa muebles viejos tirados: sillones, camas, mesas y hasta muebles de baño.
Luis Pérez, dice, ya es común, ver montañas de muebles viejos tirados en donde los indigentes se refugian por las noches, pero también causan problemas, pues el pasado jueves le prendieron fuego, “situación que puedo provocar un siniestro mayor”.
“La basura pasó ayer sábado a la colonia, pero dejo sucios los camellones, ahí vemos basura que no recogen, pues los recolectores piden propina y como no les damos no se llevan nada de los camellos. No hay respuesta de nadie para solucionar el problema que está a la vista de todos”, dijo.