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El gobierno municipal de Querétaro dejará que la Agencia de Movilidad del Estado de Querétaro (AMEQ) administre 61 paraderos del sistema de transporte público en la capital; entre ellos se encuentran los 11 tipo Dubái, confirmó la secretaria de Administración, Ana María Osorio Arellano.
Indicó que el organismo estatal fue el que solicitó al Ayuntamiento de Querétaro, el pasado 9 de febrero, la operación de los paraderos por 20 años, esto sucedió un día después de que se retiró el contrato a la empresa que los operaba.
El motivo del retiro del contrato a Compromiso Mexicano Comercial S.A. de C.V., el privado que administraba los paraderos Dubái a cambio de publicidad, fue por las malas condiciones en que se encontraban estos sitios y que fueron detectadas durante algunos recorridos de supervisión que se realizaron.
“En algunas paradas se observaban graffitis, daños a los cristales y rupturas. Se remitieron constancias de incumplimientos a la Consejería Jurídica, a fin de que se realizaran las acciones legales correspondientes”, destacó Osorio Arellano.
Derivado de estas irregularidades fue que se le retiró el contrato, sin embargo, no será aplicada ninguna sanción.
Además, el gobierno municipal estará pendiente de cualquier acción legal que la empresa quiera interponer, indicó.
Por separado, el director de la Agencia, Gerardo Cuanalo Santos, confirmó que la institución a su cargo va a dar mantenimiento a las estructuras que fueron construidas durante la administración de Marcos Aguilar Vega, pero primero se hará un análisis de las modificaciones necesarias.
“Agradecemos al Cabildo que haya autorizado esta decisión, porque se debe a una solicitud que hace el gobernador, a través de la Agencia, hacía el municipio, para hacerse cargo de todas estas paradas, con el objetivo de dignificar los espacios, mejorar las condiciones de seguridad y las condiciones de estas paradas”, puntualizó.
Refirió que todavía no hay una fecha para que obtengan la administración como tal, además de que tienen que hacer un diagnóstico para saber cómo mejorar las condiciones de cada una de las paradas.
“La intención de tener el control o bajo responsabilidad es dignificarlas y veremos qué podemos hacer y cuánto tiempo nos va a llevar mejorar las condiciones [de la infraestructura]”, recalcó el funcionario estatal.
Los paraderos tipo Dubái fueron construidos con el objetivo de ofrecer un espacio para resguardar a los usuarios el transporte público, tanto del sol como de lluvias, y ofrecer pantallas donde se mostraría en cuánto tiempo llegaría la ruta que esperan, pero esto nunca se concretó y se convirtieron en “elefantes blancos” que la gente consideró más como un obstáculo que un beneficio.