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Como cada año, el Consejo de Barrios se lució con altares a los seres queridos. Y es que cada barrio de la capital queretana dedicó a los personajes que por su trascendencia serán recordados no solo por familiares sino por su aportación a la comunidad.
Barrio de Santa Rosa de Viterbo
Barrio de Santa Rosa de Viterbo, Santa Catarina lo dedico a don Juan Tovar. Juanito, como se le conocía, se desenvolvió en diversos oficios como lo fue de panadero, lavador de carros en el hotel Flamingo, etc.
Era el típico joven que se reunía en la tienda del barrio llamada La Deportiva, además que él fue uno de los fundadores del famoso Club de fútbol Santa Catarina, específicamente de los niños y de las mujeres, a la edad de 26 años. Fue un eterno aficionado del equipo Gallos Blancos. “Actualmente le sobreviven su esposa Malena y sus 6 hijos: Daniel, Eduardo, Miguel, Saúl, Silvia y Paloma, 15 nietos y 2 bisnietos”, reza el texto de sala.
Barrio de San Agustín del Retablo
El barrio de San Agustín del Retablo, lo dedico a Dunstano Olvera Arreguín (1903- 1986), mejor conocido como Don Tano, de Huimilpan, Oro.
Casado con Teodora Trejo Ramírez, llegaron al barrio del Retablo en los años 50, donde se dedicó a la fabricación de ladrillo teniendo sus propios hornos, en el mismo lugar donde habitaban. También se desempeñó como delegado del barrio del Retablo y años más tarde se dedicó a atender una tienda de abarrotes por muchos años.
Barrio El Cerrito
La ofrenda de el Barrio de El Cerrito, dedicado a un jefe conchero, en donde la comida tradicional como los tamales, enchiladas, lentejas, habas, se funden junto con las semillas, de maíz, frijol, y son acompañadas por objetos del conchero, como el penacho, una imagen de las ánimas del purgatorio, y un espejo al fondo.
Barrio De La Cruz
Del barrio De La Cruz, la familia Murillo Soto, utilizó el tradicional altar de muertos de siete niveles, en donde se pueden observar en la parte superior los retratos de los familiares, sus gustos culinarios, adornados, finamente con el papel picado.
Barrio de San Gregorio
Para el Barrio de San Gregorio, uno de los barrios más tradicionales, también utilizó el tradicional altar de siete niveles, en donde destacaron las catrinas y catrines de papel maché. Los adornos de aserrín decorado, así como en la parte alta, una cruz del Sagrado Corazón, sin faltar por supuesto, los retratos a las personas dedicadas.
Barrio del Tepetate
En el Barrio del Tepetate utilizaron aserrín para adornar el primer nivel, y esta ocasión fue dedicado a don Juan Trejo Pacheco y Aurelio Ramírez, de la pulquería el Gallo Colorado, y la pulquería El Borrego; respectivamente. Estas tradicionales pulquerías a donde acudían después de la labor los parroquianos.
Barrio de Santa Ana
El barrio de Santa Ana dedicó este año a dos principales personajes del lugar, al inolvidable párroco, José Morales Flores y a doña Yolanda García Granados, benefactora de la parroquia de Nuestra Señora de Santa Ana.
Barrio de San Sebastián
Un exquisito altar del barrio de San Sebastián, fue dedicado a don Salvador Cuevas, el bachiller. Destacado queretano que además de su trabajo notarial, destacó por ser el compositor de una de las piezas musicales más populares de la estudiantina, El Bachiller.
Barrio de La Piedad
El barrio de La Piedad se distinguió por dedicar su ofrenda de muertos a don Fausto Bautista Núñez, quien fue un músico, farolero, fundador del grupo Géminis, integrante de la marimba Mocambo.
Barrio de San Francisquito
El barrio de San Francisquito, aprovechó para colocar a una calavera Danzante, en donde destacan imágenes como Santiago apóstol, y la conocida frase conchera: Él es Dios. En el primer nivel, con aserrín decorado, podían olerse todavía las guayabas, frutas, y alimentos que llamaban la atención de las abejas.
Barrio de la Trinidad
El barrio de la Trinidad utilizó una serie de retratos de los integrantes del barrio, así como aserrín decorado y destacó por las piedras terminadas de extracción de las minas del estado. Frutas, dulces y flores destacaron en este colorido altar de muertos.