Metrópoli

IMT analiza alternativas en medidas de transporte

Estudio investiga la huella de carbono de la movilidad interurbana de pasajeros en la zona de León-Querétaro

Foto: Archivo. El Universal
27/12/2019 |08:37Marittza Navarro |
Redacción Querétaro
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Tener más alternativas de transporte es una de las medidas para disminuir los efectos contaminantes del uso de automóviles privados, acorde al estudio que el Instituto Mexicano del Transporte (IMT) realizó para medir la contaminación que genera la movilidad en el tramo León-Querétaro.

El estudio analiza “la huella de carbono del transporte interurbano de pasajeros y el potencial de transporte ferroviario en el corredor León-Querétaro”, que indica que un ferrocarril es una de las respuestas para contener la contaminación.

En el comparativo de costos, se indica que cada kilómetro recorrido en automóvil privado tiene un costo de 5.50 pesos, mientras que en transporte de pasajeros es de 1.80 pesos, sin negar la ventaja que representa el automóvil privado para controlar tiempos de traslado.

El IMT dice que, en México, se ha dejado de utilizar en gran medida el transporte ferroviario de pasajeros, debido a la fuerte demanda que tuvo en el uso de carreteras y autopistas.

En el estudio, que consta de más de 200 páginas, expone que, debido a su mecanismo, el motor de combustión interna (que es el que usan autobuses y automóviles) no es capaz de quemar por completo el combustible en los cilindros.

El instituto agrega que si la combustión incompleta no se regula, mayor será la cantidad de sustancias nocivas expulsadas en los gases de escape hacia la atmósfera, entre los gases generados en la combustión, se cuentan algunos nocivos para la salud.

Además uno de los principales contaminantes,en las ciudades, monóxido de carbono, se genera durante la combustión incompleta de combustibles con contenido de carbono, principalmente la gasolina.

Añade que las partículas contaminantes en el aire comprenden el material en fase sólida o líquida suspendido en la atmósfera, producidas por las reacciones químicas de gases emitidos a la atmósfera, por el transporte motorizado.

De ahí la importancia de generar más alternativas, pues se estima que en los próximos 20 años el parque vehicular dejará latente la generación potencial de las partículas.