La Comisión Estatal de Aguas (CEA) busca la creación de un fideicomiso para que los fraccionadores aporten recursos para que la autoridad pueda construir plantas de tratamiento de agua residuales.
Esto lo informó Enrique Abedrop Rodríguez, vocal ejecutivo de la CEA, quien explicó que en la actualidad los fraccionamientos, de manera individual o en conjunto con otros fraccionadores, llevan a cabo la construcción de las plantas de tratamiento.
“A los desarrolladores se les pide que, dentro de las obras que se llaman de cabeza [urbanización], se les pide una planta de tratamiento de aguas residuales a la mayoría de ellos porque el agua se utiliza; a veces se les pide una planta para varios desarrollos y dividir el costo de la planta entre ellos”.
Sin embargo, los fraccionadores no son expertos en la construcción de esta infraestructura, pues su especialidad es otra, por ello están buscando esquemas para garantizar la funcionalidad, pero, sobre todo, la garantía de la construcción.
“Tenemos un cálculo del monto del costo del litro por segundo, para que se pague la infraestructura de saneamiento, el negocio de los desarrolladores no es hacer plantas de tratamiento, es hacer vivienda, entonces que ellos se dediquen a hacer la vivienda, se paga el saneamiento, y ese recurso se va a un fideicomiso, y con ese recurso se construyen las plantas de tratamiento”, señaló Abedrop.
Dijo que es necesaria la planeación para que se construya el número necesario con base en el crecimiento de la población, para tener proyectos específicos de qué plantas de tratamiento se construyen primero y cuáles después.
Actualmente, en el estado hay 40 plantas de tratamiento y la CEA tiene proyecto para iniciar este año la planta El Arenal, en las inmediaciones del parque Querétaro 2000.
El objetivo, dijo, es aprovechar al máximo el agua que puede reciclarse, pues en los procesos productivos de todos los sectores se utiliza agua que puede ser destinada para el consumo humano.
Enfatizó que el crecimiento acelerado del estado de Querétaro, principalmente de su zona metropolitana, urge al gobierno, pero también a la sociedad, a organizaciones y a la propia iniciativa privada, a que sumen esfuerzos para encontrar soluciones integrales en beneficio de todos y todas.
Recordó que si bien el acceso al agua potable se considera un derecho humano, es altamente costoso y es imposible garantizar su gratuidad, pues tampoco hay suficiencia presupuestal.
Entre los planes de la comisión se encuentra homologar la tecnología de las plantas de tratamiento para que se aminoren los costos de reparación.
“Tenemos 40 plantas de tratamiento de aguas residuales y la tecnología es china, hindú, alemana, inglesa, norteamericana, israelita, el costo de mantenimiento es brutal (…). Estamos buscando unificar la tecnología y que las macroplantas y todo lo que se construya tenga la misma tecnología para bajar el costo de operación”, señaló Enrique Abedrop Rodríguez.