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En la Zona Metropolitana de Querétaro (ZMQ) no se ha realizado ninguna de las acciones que otras regiones del país y el mundo han implementado para adaptarse de la manera más adecuada y segura a la llamada nueva normalidad, señaló Sergio Olvera León, vocero del Observatorio Ciudadano de Movilidad Querétaro.
Dijo que pareciera como si en el área metropolitana, el impacto del confinamiento haya sido nulo y la nueva realidad venidera se advierte como igual, si no es que peor a lo que ya conocíamos en materia de movilidad urbana.
Aunque el Instituto Queretano del Transporte (IQT) propone varias medidas para el uso saludable del transporte público, apuntó, en las calles se sigue viendo a operadores y usuarios del transporte público sin mascarilla.
Las denuncias en redes sociales muestran unidades congestionadas; rutas canceladas y largos periodos de espera, asociadas a las bajas frecuencias de paso cuando debería ser al contrario.
La situación pone a revisión el modelo de concesión, ya que el transporte público es la columna vertebral de la movilidad urbana, un servicio esencial para la ciudad, y como tal debe ser garantizado por el estado.
A pesar de la recomendación de mejorar la infraestructura peatonal, la medida se ha ignorado justamente en aquellos lugares de alta concentración de personas, como es el caso de las áreas perimetrales a los mercados municipales, donde se sigue privilegiando el estacionamiento de autos, ignorando ampliar las banquetas para favorecer el distanciamiento social. Por otra parte, se sigue dejando de lado el cierre de calles al tránsito vehicular en lugares comerciales para favorecer el desplazamiento de personas a pie y en bicicleta, una medida que ha demostrado incrementar las ventas entre 60 y 300% en las ciudades donde se ha implementado, resultando pertinente para reactivar la economía local.
El caso de infraestructura ciclista, dijo, tampoco ha sido atendido; a pesar de que ya tenemos tres semanas de reactivación económica, el automóvil particular sigue acaparando el espacio público, con todas las externalidades negativas asociadas al mismo: contaminación ambiental y auditiva, congestionamiento y estrés vial, gasto de mantenimiento en vialidades y bacheos, subsidios a la tenencia, alta siniestralidad.
Agregó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la bicicleta como el vehículo más adecuado para mantener el distanciamiento social, al tiempo que favorece la activación física.
“Sin embargo, en Querétaro las ciclovías permanecen en el abandono: sucias, anegadas, invadidas o ya inexistentes. No tenemos ciclovías emergentes y tampoco alicientes para el uso de la bicicleta; por el contrario, las decisiones de las autoridades siguen favoreciendo el automóvil por sobre cualquier otro medio de desplazamiento, como lo muestran el Viaducto Poniente y el estacionamiento metropolitano en pleno centro de la ciudad [Distrito Alameda]”.
Sostuvo que “no podemos perder la oportunidad histórica de tener una mejor movilidad, una que ponga a las personas en el centro de las políticas públicas”.