La mañana de ayer se registró un altercado entre comerciantes establecidos de la calle de Madero y vendedores ambulantes, generando la presencia de las autoridades, quienes resguardaron el lugar e impidieron que se colocaran otra vez los ambulantes.

El conflicto se presentó cuando los encargados de un negocio limpiaban el frente de su local y una vendedora, que se había instalado desde temprana hora los atacó, por considerar que la estaban mojando a propósito. La mujer, de acuerdo con testigos, agredió verbalmente a los locatarios, y otra ambulante se sumó a esta acción.

Los comerciantes establecidos llamaron al 911, arribando al lugar policías. Casi al mismo tiempo llegaron inspectores municipales que conminaron a los ambulantes a que se retiraran, pues de no acatar la indicación procederían a incautar su mercancía.

Los ambulantes se fueron con sus mercancías en bolsas de plástico junto a varios negocios, en espera del retiro de las autoridades para volverse a instalar en la vía pública.

Foto: Domingo Valdez
Foto: Domingo Valdez

Los comerciantes denunciaron que los ambulantes se han convertido en un problema, pues además de afectar sus ventas, se tornan agresivos y generan inseguridad en la zona.

Los “artesanos” ambulantes son los mismos que se colocan en el jardín Zenea por las mañanas, pero a partir de las 13:00 horas se instalan en Madero.

Mariana, gerente de una tienda de ropa, señaló que los problemas por los ambulantes van desde la imposibilidad de descargar mercancías, hasta inseguridad, pues en caso de ser víctimas de los farderos no pueden ubicarlos y alcanzarlos entre tanto vendedor.

Incluso, otro de los comerciantes compara esta calle con la de Correo Mayor, en el Centro de la Ciudad de México.

La gente está acostumbrada a venir a comprar, consumir. Ya ni siquiera hay una buena imagen (del centro de Querétaro) ya lo están afectando ¿Cómo va a llegar el turismo a ver esto? En la calle de Madero hay varios hoteles. Es la misma imagen, muy parecida, a la calle de Correo Mayor, en la Ciudad de México, llena de vendedores, criminales. No te dan ganas de entrar”, afirmó el comerciante.

Mariana, en tanto, indicó que incluso descargar mercancía se ha vuelto complicado para ellos, pues los ambulantes se instalan a las 13:00 horas.

“Las primeras que se pusieron, las primeras semanas, lo hacían como a las cuatro, cinco de la tarde. Después, yo creo que vieron que había negocio, y empezaron a ponerse a la una, dos, tres de la tarde, y ahora ya se llena aquí. Llegaron como a principios de agosto. Son los que se ponían en el (jardín) Zenea, que también los sacaron de allá y se vinieron de este lado".

Al principio pensé que se trataba de un evento, pero no, de ahí se agarraron. En un principio eran pocos y ahora toda la calle se llena. Son como 35 vendedores, quizá más”, subrayó.

Precisó que ya le ha tocado quitar a algunos de estos ambulantes de frente al negocio que administra. En aquella ocasión, recuerda, el ambulante le dijo que no tenía permiso de colocarse en la calle y se retiró. En otra ocasión no se quitó y fue grosero con ella.

Compartió que una vez ingresaron unos farderos a su tienda y de tanta gente que había en la calle no se pudo seguir a los responsables del robo.

Y a ello se suma la caída de las ventas que alcanza hasta 50%. “En agosto me fue pésimo. Al principio dije: No creo que me afecte, porque no venden lo que uno vende en la tienda, pero, de verdad, afectan bastante. Estuvo fatal. La gente si ya no entra es porque se queda allá afuera viendo algún detallito nos quitan clientela o no puedan entrar porque están estorbando”.

Andrea, gerente de otra tienda de ropa, coincidió con Mariana. Sus ventas disminuyeron en las últimas semanas, por la presencia de los ambulantes.

La actitud que traen no es la correcta, porque cuando nosotros les pedimos que se recorran un poco para que no obstruyan el paso de la tienda se molestan y contestan de una mala manera. He entrado en conflicto con ellos porque en la manera en la que les explico, lejos de ayudarme se molestan, se enojan y responden de una mala manera”, comentó la joven gerente.

Es una competencia directa, aunque la calidad es diferente, además del servicio y la atención que nosotros damos es diferente. Las ventas han bajado entre 40 y 50%. Es inicio de septiembre, es un mes muy fuerte para el centro de Querétaro, y más que nada para nosotros con las fechas patrias. Sí nos han afectado bastante. Las ventas han disminuido. Hay clientes que no les gusta tanto pasar donde hay mucha gente y prefieren no pasar por Madero y se van por otra calle".

Además, se tardaron con colocar los adornos (patrios), porque les impedían el paso, les estorbaban, entonces no trabajaban a gusto las personas que estaban colocando los adornos y se tardaron más de lo estimado”, advierte la locataria.

Tanto Andrea como Mariana afirmaron que cada vez es más complicado cumplir con su meta de ventas, afectándoles con sus jefes que piden resultados, aunque entienden que la situación se sale de sus manos.

Ali, comerciante de la misma calle de Madero, agregó que no sólo son las bajas ventas, también es una cuestión de seguridad. La gente, cuando ve muchos vendedores ambulantes, no se acerca a la calle, pues asocia su presencia con la inseguridad. La imagen que se da a los turistas no es la mejor.

Nosotros aquí pagamos rentas altas porque estamos en el andador más importante del centro de Querétaro. Los dueños de las propiedades saben que es valiosa su propiedad y la rentan caro. Pagamos impuestos, pagamos empleados, servicios, mantenimiento. Todo eso con la esperanza de llevar algo a nuestra casa para salir adelante. Si lo vemos por la parte de la seguridad, también está afectando mucho. Es una amenaza para el centro de Querétaro”.

Foto: Domingo Valdez
Foto: Domingo Valdez
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