Del total de los locales reconstruidos en avenida Zaragoza con la obra de 5 de Febrero, 40% todavía no son ocupados por los comerciantes, ya que han solicitado ciertos ajustes en razón de su giro, informó el subsecretario de gobierno del municipio de Querétaro, Juan Carlos Arreguín.
Especificó que de 74 locales construidos, ya hay 48 comerciantes instalados de forma permanente.
“Algunos han estado solicitando algunas adecuaciones en razón de su giro y en buena comunicación con gobierno del estado, como siempre, tenemos que esperar un proceso de entrega-recepción de la obra, una auditoría para que se constatará que todo lo que se entregó, se ejecutó”, añadió.
Explicó que la semana pasada se realizó una auditoría por parte de Contraloría Interna de gobierno del estado donde verificaron que todo había sido entregado en óptimas condiciones.
Indicó que no se habían podido llevar a cabo pequeñas adecuaciones por la entrega-recepción formal.
Es decir que ahora que la autoridad competente hizo la revisión correspondiente, serán los locatarios que tienen en comodato el espacio y serán los que podrán hacer las adecuaciones conforme a sus necesidades y con sus recursos.
Arreguín refirió que a partir de la próxima semana se podrán observar más locales abiertos y habrá flexibilidad por parte de la autoridad municipal para conocer sus necesidades, pero recalcó que no está permitido el ambulantaje en toda la zona del seguro social.
“Lo importante es que estamos entrando en orden, ya no estamos permitiendo el ambulantaje en toda la zona del Seguro Social, todos fueron invitados a colocarse en sus locales, solo faltan estos pequeños detalles para concluir y que estén operando al 100%”, señaló.
Durante el periodo de construcción de estos locales, así como del puente vehicular, la autoridad municipal autorizó la venta en banqueta de avenida Zaragoza en la intersección con 5 de febrero, a un costado del IMSS, mientras se asignaban los espacios a cada uno de los comerciantes.
Una vez finalizada la obra en esa zona, se notificó a los comerciantes que tenían una semana para ocupar sus locales y dejar la vía pública libre, ya que no habría más tolerancia para que vender en la calle.