A partir de hoy queda prohibido la entrega y distribución de popotes de plástico en el municipio de Querétaro. La medida es producto de reformas realizadas al reglamento de Protección Ambiental y Cambio Climático.

De inicio, la autoridad no contempla imponer multas a los infractores, que, de acuerdo con el reglamento municipal, podrían llegar a los 4 mil 478 pesos.

Por ello el gobierno municipal realizará un trabajo de concientización entre la población durante lo que resta del año, aunque a decir de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) 90% de los negocios entrega popotes biodegradables.

En el documento del nuevo reglamento se establece que sólo podrán ser empleados popotes biodegradables que cuenten con certificados que confirmen la ausencia de elementos tóxicos.

Esto se suma a la prohibición del uso y distribución de bolsas plásticas, normativa que entró en vigor desde el año pasado.

Genaro Montes, secretario de Desarrollo Sostenible, señaló que primero se llevará a cabo un proceso de concientización y sensibilización con los 5 mil 598 establecimientos que podrían otorgar este tipo de artículos.

Enfatizó que no se trata solo de emitir sanciones económicas a quienes no cumplan con la normativa, si no de contar con el apoyo ciudadano para contribuir al cuidado del medio ambiente.

Por eso, a partir de hoy, y con el apoyo de los seis inspectores de la Dirección de Ecología se harán revisiones aleatorias a restaurantes, hoteles, bares, cafeterías, cines, teatros, entre otros.

En caso de violentar esta disposición, primero se hará una amonestación, en caso de reincidir se se impondrá una multa, aunque reiteró que el objetivo no es imponer sanciones económicas.

La legislación indica que “si la unidad económica infraccionada no realiza la liquidación de la multa que por derecho corresponda en el periodo establecido para ello, no podrá realizar el trámite de renovación de licencia de funcionamiento. En el caso de segunda reincidencia se procederá a la clausura”.

La intención es que durante todo 2019 se impongan únicamente amonestaciones verbales, y en 2020, si se detecta que son reincidentes procedería una multa, primero con el decomiso de los popotes y después con la aplicación de una sanción de 53 UMAS, que equivale aproximadamente a 4 mil 478 pesos.

Ddesde hace un año se ha socializado el tema con los diversos grupos de empresarios de comercios y productores de plástico, por lo que al momento no se cuenta con ningún amparo para no llevar a cabo esta medida.

En caso de que los dueños de establecimientos no conozcan algún proveedor de popotes biodegradables, se pueden acercar al gobierno municipal, ya que ellos cuentan con un catálogo de productos biodegradables.

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