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A partir de mañana, el municipio de Corregidora contará con su propio tranvía para mostrar a turistas locales y extranjeros los lugares más representativos de la ciudad.
El presidente municipal de esta demarcación, Roberto Sosa Pichardo, acompañado de otros funcionarios municipales, anunció que el Tranvía Turístico Corregidora se realizó con una inversión de 2 millones de pesos de capital privado, y que con futuras inversiones estatales y municipales se construirán dos estaciones en las que los visitantes podrán esperar para abordar este peculiar camión de estilo antiguo.
Las autoridades aseguran que el Tranvía Turístico Corregidora, tendrá un importante papel en la reactivación de la economía local, pues al visitar los sitios más emblemáticos de Corregidora, los restaurantes, comercios y artesanos instalados en la zona, se verán beneficiados con la presencia de los turistas.
“Sé que este es un proyecto muy importante para todos ustedes, comerciantes, taxistas, artesanos, porque viven del turismo, porque ya hemos hablado del tema, con este tranvía haremos que la gente conozca Corregidora, tenemos mucho que ofrecer”, comentó el edil.
El recorrido en dicho tranvía busca enaltecer la llamada Ruta de la Adoración, por lo que iniciará en el Jardín Principal de El Pueblito, para llegar al estacionamiento del CAM (Centro de Atención Municipal), continuará hacia la Zona Arqueológica El Cerrito, seguirá rumbo a Plaza Constituyentes, y finalmente llegará al Santuario de Schoenstatt, una vez visitado el último punto, regresará al jardín principal.
El viaje en este medio de transporte turístico, tendrá un costo de 90 pesos, y las personas que paguen su boleto podrán abordar el tranvía cuantas veces lo requieran durante el día. La unidad tiene una capacidad máxima de 58 personas; mientras que el recorrido aproximado es de 1 hora y 30 minutos.
“Las personas pueden pagar su boleto y bajar y subir del tranvía las veces que quieran durante el día, de esta forma podrán quedarse todo el tiempo que quieran en los distintos puntos de la Ruta de la Adoración, pueden quedarse por ejemplo 1 o 2 horas en el Museo de Sitio, esperar el siguiente tranvía y volver a abordar. Es una forma de operar muy novedosa que hemos aprendido de otras ciudades con un fuerte potencial turístico”, señaló Ricardo Alegre Bojórquez, secretario de Desarrollo Sustentable del Municipio.
Por su parte, el presidente municipal, Roberto Sosa, advirtió que este proyecto es sólo el inicio de una estrategia para posicionar a Corregidora como uno de los destinos turísticos más importantes del país; algunas de las estrategias son: seguir trabajando en la Pirámide, hacer plazoletas, reforzar la difusión de La Ruta de la Adoración, brindar un espectáculo de luz y sonido en zona de la pirámide, entre otras.
“De Corregidora se tiene que hablar primero de Tijuana hasta Cancún, después en todo este continente y luego en Europa; para que la gente cuando piense en México, piense en Corregidora. Este proyecto del tranvía turístico es de ustedes y es muy importante que todos quienes vivimos en el municipio le demos difusión”, comentó el presidente municipal.
Las autoridades invitaron a la sociedad a practicar el turismo local y disfrutar de los viajes en Tranvía que estarán activos a partir de mañana. Recordaron que la unidad trabajará con todas las medidas de salubridad, y además contará con un guía de turistas.
Viejos recuerdos
Con el arranque del programa Corregidora en Tranvía, brotaron los viejos recuerdos en Enedina, una mujer adulta mayor que subió al transporte durante un par de viajes de cortesía que se realizaron para el público asistente en la inauguración.
Enedina recuerda que durante su infancia, en Corregidora sólo existía un pequeño camión tirado por caballos, en dicha unidad sólo podían abordar seis personas y el costo por pasaje era de 2 centavos.
También recuerda que las familias acostumbraban fabricar sus propias carretas para trasladar a sus familiares, estos vehículos también eran jalados por caballos o burros.
“Antes todos andaban en sus burritos o en sus caballos, hacían sus carritos de madera para mover a sus familias, había un solo camión en el que cabían seis personas, te cobraban 2 centavos. Las personas en sus carretas iban para Querétaro, pero no los dejaban entrar a Querétaro porque iban vestidos con calzón de manta, y tenían que comprar o alquilar un pantalón para entrar allá”, comenta entre risas Enedina, mientras disfruta del viento y del sol, al mismo tiempo que admira el paisaje de la ciudad desde la parte alta de este tranvía, que inevitablemente trajo a su memoria los recuerdos de su niñez.