Ante la posibilidad de que el gobierno federal retome el proyecto del Tren de Alta Velocidad (TAV) México-Querétaro, es necesario que se realicen estudios complementarios para definir la ejecución, indicó Roberto Aguerrebere Salido, director del Instituto Mexicano del Transporte (IMT).
Por la antigüedad del primer estudio de prefactibilidad, que realizó el instituto, se requiere un nuevo panorama para conocer los aspectos técnicos, financieros y logísticos.
“El estudio fue entregado a las autoridades federales en su momento, estarán en las manos de ellos y de las posibilidades financieras, tecnológicas, regulatorias, [vamos a] ver si existe nuevamente una oportunidad favorable para proponerlo, sin lugar a duda se requerirían estudios adicionales, actualizarlos y adicionales”, indicó el director.
La recomendación del IMT es que se actualicen los documentos para conocer las nuevas condiciones de movilidad y que el proyecto se ajuste a esas características.
“Además del estudio anterior, lo que pienso que se debe analizar es el efecto que se tiene en el movimiento de carga, en el caso que hubiera que destinar vías de carga al servicio de pasajeros”, comentó.
La administración federal anterior, encabezada por Enrique Peña Nieto, realizó el plan ejecutivo, destinó recursos, incluso licitó y entregó la obra a la empresa ganadora (China Railwail), pero en el último trimestre de 2014 canceló el proyecto por recortes presupuestales.
El objetivo era llevar un tren de pasajeros, que corriera paralelo a la carretera federal 57 y que llegará (tentativamente) a la zona de Calesa en la capital queretana.
Roberto Aguerrebere también informó que desde hace dos años trabajan en proyectos de movilidad con el municipio de Querétaro, de manera específica con el Instituto Municipal de Planeación para experiencias de logística colaborativa para la distribución en zonas del Centro Histórico.
“Se le ha denominado de muchas maneras como ‘laboratorio en tiempo real de logística urbana’, otra es el ‘kilómetro cuadrado inteligente’, se trata de buscar colaboración de empresas que distribuyen productos en el Centro Histórico con la participación de autoridades locales para ordenar la distribución que realizan vehículos de carga en el Centro”, dijo.
Es una iniciativa colaborativa “lleva como dos años después de un piloto se hizo demostrativo y depende de la colaboración de todos los involucrados”, indicó.