De mayo a la fecha se han derribado 148 árboles durante alguna tormenta en la capital queretana, 44 de ellos, es decir, cerca del 30.25 %, sucumbieron en agosto. Si se toma en cuenta que los árboles cayeron en un lapso de tres meses y medio, es decir, alrededor de 105 días, quiere decir que 1.4 árboles colapsaron diariamente durante el periodo de lluvias.

Entre las principales situaciones por las cuales cayeron los árboles se encontraron que tenían más de seis metros de largo, raíces cortas y una fronda de hasta 12 metros de ancho, lo que los hizo más susceptibles a ser derribados por las fuerte ráfagas de viento y el reblandecimiento de la tierra, explicó Alejandro Angulo Carrera, director de Ecología del municipio de Querétaro.

La administración trabaja en acciones para prevenir nuevos derribos, cada solución dependerá del caso, en alguno se deberá reemplazar el arbolado adulto por otro más joven, siempre especies nativas, con sistema radicular vertical, por tanto, con raíces más largas y una fronda más compacta. Otra de las posibles acciones es realizar podas para reducir el ancho de la fronda y disminuir la resistencia que el árbol genera a las ráfagas de viento.

Es indispensable que los reemplazos de árboles se realicen con especies nativas, mucho más resistentes tanto a sequías como a eventos climatológicos.

La mayor cantidad de árboles de más de seis metros y con gran fronda se detectó en las delegaciones del Centro Histórico y Epigmenio González.

“Hay que entender el contexto, estamos en una época de ciclones, que implica lluvias intensas, ahora que hubo el derrumbe se combinó con otro factor, el viento, más de 45 kilómetros por hora alcanzaron las rachas de viento, frente a un arbolado que tenemos en la zona urbana, que en promedio tiene más de seis metros de altura y en ancho de las frondas a veces alcanza 12 metros, lo cual hace como una barrera frente a una racha de 45 [kilómetros por hora] y una tormenta”, expuso Angulo Carrera.

Subrayó que una prioridad del municipio es conservar e incrementar el arbolado, ante el gran impacto benéfico que provoca en materia ambiental.

Descartó que se tenga planeado un censo, toda vez que cuantificar árbol por árbol obligaría a una muy elevada inversión económica y de tiempo, la meta debe ser cubrir las necesidades que en la capital de Querétaro existen en materia de biodiversidad.

Alejandra Haro de La Torre, secretaria de Servicios Públicos, detalló que de mayo a la fecha se sembraron alrededor de 5 mil árboles, en acciones para rehabilitar alrededor de 100 parques, lo que significa que se llevaron 50 árboles por cada parque.

Otra de las acciones en favor del medio ambiente fue la entrega de árboles que fueron donados directamente a la ciudadanía, alrededor de 5 mil 64.

“De manera permanente se plantan árboles en la ciudad, reponiendo los caídos y los secos, donde es factible su reposición e incrementando la masa vegetal en las siete delegaciones”, detalló Alejandra Haro.

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