Los vecinos de la calle de Agua, en la colonia Josefa Ortiz de Domínguez, con una obra se libraron de las inundaciones, pero ahora se tienen que preocupar por el regreso de las aguas negras a sus domicilios, pues los trabajos afectaron las salidas de drenaje de sus domicilios y nadie les sabe dar respuestas sobre quién arreglará esta situación.
Las obras están casi terminadas en esta zona de la capital. Un par de trabajadores terminan de recoger arena y unas tarimas que permanecen en la zona. Después de cinco meses, aproximadamente, la obra de alrededor de 100 metros en la calle Paseo de las Peñas parece por fin estar concluida. De acuerdo a los vecinos hasta en cinco ocasiones los trabajadores tuvieron que abrir nuevamente la calle para reparar algunos detalles que se presentaron en la obra. Incluso en la zona está la casa de enlace del diputado local, Enrique Correa Sada.
Josefina Navarro, vecina de la calle de Agua, recuerda que nunca tuvieron problemas de inundaciones hasta que construyeron un puente sobre el dren de la avenida Témpano, al grado que cuando los coches pasaban, hacían olas y se metía el agua a los domicilios. La situación mejoró cuando colocaron drenaje y nivelaron la calle.
“Les funcionó muy bien. Sí, se llenó la banqueta, no nos inundamos. Con las lluvias que han caído ya estuviéramos inundados. Ahora, el problema son los baños que están tapados. Ya les preguntamos (a los encargados de la obra y a las autoridades) y nada. El depósito del drenaje de atrás (de su domicilio) está hasta arriba”, precisa.
Explica que en el domicilio, donde vive con sus padres y su hijo, gracias a que tiene un escalón que da ingreso a las habitaciones del patio de atrás, no se han inundado de aguas residuales del registro, pues funciona a manera de dique, pero su vecino no ha tenido la misma suerte, pues sí ha presentado ingreso de aguas del drenaje a su casa.
“Ya hablé a la CEA (Comisión Estatal de Aguas) y me dijeron que no es un tema de ellos, porque al final es algo de obra y que ellos no lo van a venir a ver. Ya me cancelaron las órdenes de revisión, porque me dijeron que tengo que verlo con municipio. Ya hablé al 070. Nunca me respondieron. Entonces ¿con quién me quejo?”, lamenta.
Indica que a uno de sus vecinos que está en la esquina de la calle de Agua y Paseo de las Peñas le fue peor, porque excavaron frente a su casa, le rompieron la tubería, sin darse cuenta, y nunca lo volvieron a conectar.
Señala que los encargados de la obra dicen que todo en el drenaje está bien, que quizá la tubería tiene tierra y necesitan sacarla. Les dan largas, mientras que la CEA no ha ido a ver cuál es el problema, que a menos que sea un problema de los vecinos puedan ver qué pasa, pero mientras sea problema de la obra no hay responsabilidad.
El ingeniero de la obra, dice, les comenta que lo están revisando. “Trajeron tres veces máquinas para sacar el agua, pero esas solamente sacan el agua, no desazolva. No sabemos si las tuberías al momento de meter las máquinas se taparon con tierra y cemento, porque la obra la dejaron con piedras. Las tuberías que acababan de hacer estaban tapadas con piedras. Las lluvias más fuertes arrastraron arena y grava. Ya no sabemos si no nos conectaron al drenaje, si se metió arena o qué sucedió, porque tiene semana y media que ya pusieron las coladeras, todo muy bonito, ellos ya acabaron, pero uno le baja al baño y el agua sube”, subraya.
Por ello deben lavar ropa en lavanderías, al no poder hacer descargas de agua, pues saldría por los registros.
Josefina destaca que en la calle la gran mayoría de los vecinos son adultos mayores que, en muchos casos, viven solos, por lo que no pueden lidiar con las inundaciones de aguas negras. Además padecen con los malos olores y las posibles infecciones que podrían padecer, pues además muchos de los mayores viven con enfermedades crónico-degenerativas.
El señor Antonio Navarro, padre de Josefina, comenta que los vecinos de al lado, son una pareja de la tercera edad y que las aguas negras sí ingresaron a su habitaciones y barrieron las aguas negras hacia la calle.
Son personas, agrega Josefina, que tienen problemas de salud por la misma edad. De la pareja que su padre refiere, la señora se recupera de un cáncer, mientras que la vecina de la casa contigua no puede moverse sin apoyo de alguien más.
Antonio precisa que el trabajo que hicieron en el drenaje está tapado con tierra, madera y otros materiales.
Josefina destaca también que cuando ya había terminado la obra, nuevamente los contratistas tuvieron que volver a abrir, incluso rompieron la tubería del gas natural que surte los domicilios de la zona. En total, dice, abrieron y cerraron la calle al menos cinco veces.
Incluso, enfatiza, la empresa de gas natural reclamó a la empresa porque rompieron la tubería. Luego de eso, los empleados que trabajaban en la obra fueron más cuidadosos.
“Si en un momento rompieron el tubo del gas, ¿en qué momento rompieron el del agua? porque cuando empezaron a hacer las conexiones del tubo, empezamos a tener problemas con el drenaje… la CEA no nos contesta, nos dice que no es su bronca. Y el municipio no nos responde”, reclama.
El señor Navarro puntualiza que habló con algunos vecinos que quieren manifestarse cuando la obra sea inaugurada por las autoridades bloqueando la calle, para hacer pública su inconformidad, pero la protesta puede que no tenga eco o no tenga mucha participación, pues la mayoría son personas mayores que no podrían salir, haciendo complicado este plan.
En ese mismo sentido pide a las autoridades que estén más al pendientes de la ciudadanía, y más aún de las personas mayores, “porque siempre la ciudadanía y nosotros, los viejos, somos los más amolados, los que sufrimos más”, concluye.