Los jóvenes de San Juan del Río comienzan con el consumo de alcohol desde los 13 años de edad, en tanto que esta sustancia es la de mayor uso, dado que 85% de ellos la ha consumido, de acuerdo con los resultados de una investigación realizada por el Observatorio de Seguridad del municipio de San Juan del Río.

Dicho estudio es el primer trabajo que realiza el Observatorio de Seguridad, durante la actual administración, con el objetivo de dar continuidad a una investigación similar que fue realizada hace un par de años, de tal forma que se establezcan criterios y políticas públicas focalizados a atender problemáticas específicas.

De acuerdo con el coordinador del Observatorio, Víctor López Jaramillo, el estudio fue dirigido por la investigadora María Elena Meza y se realizó en escuelas de nivel medio superior, tanto en instituciones de la zona rural como urbana, además de escuelas públicas y privadas. Asimismo, la muestra fue seleccionada de manera aleatoria y es representativa.

López Jaramillo explicó que el dato más alarmante de la investigación es la edad de consumo de las sustancias adictivas, dado que los jóvenes refirieron que es durante la secundaria cuando inician con el consumo de alguna sustancia.

Según los datos obtenidos, el tabaco es consumido a partir de 13.65 años, el alcohol desde 13.03 años y la marihuana a 14.5 años; mientras que a 14.4 años, los menores consumen otro tipo de sustancias.

“También evaluamos qué han consumido alguna vez, 52% de los jóvenes ha consumido tabaco, lo alarmante es que 85.3% ha consumido alcohol; marihuana 18.1% y otras sustancias 6.1%”, agregó.

El estudio también destacó que en los últimos 12 meses, 57.5% de los jóvenes ha consumido alcohol; 10.6% de encuestados reconoció haber consumido marihuana y 31.4% reconoció haber consumido tabaco.

Las conclusiones del estudio señalaron que el uso del alcohol comienza en el núcleo familiar, durante fiestas y reuniones, se ve como normal en la vida social; por lo tanto se modela el consumo, lo cual se hace patente con la confluencia de varios fenómenos: la fuerte atracción que los jóvenes tienen por probarlo, aunado a que la percepción de la nocividad no está generalizada y a la facilidad de acceder a los productos alcohólicos.

Víctor López expuso que este diagnóstico se realizó con una muestra aleatoria, por lo que existe una parte complementaria del estudio que deberá realizarse con la finalidad de detectar las zonas de mayor consumo de sustancias; sin embargo, a partir de este primer resultado se pueden implementar políticas públicas que atiendan la problemática.

“La focalización es una segunda etapa que queremos trabajar, sobre todo en las zonas rurales, porque hay mucho trabajo en la zona urbana, pero en zona rural tenemos que buscar el perfil académico de alguien que pueda hacer el trabajo. Ya hemos entrevistado a un par de personas de sicología para que hagan esa labor. Para nosotros, nuestra labor es entregar los resultados y al municipio le corresponde aplicar políticas públicas”, precisó.

Asimismo, mencionó que los resultados fueron entregados a los integrantes del Observatorio de seguridad durante la última sesión realizada en junio pasado, en tanto que existen algunos otros estudios que la organización pretende aplicar a durante el resto del año.

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