La familia Vega Ugalde pelea por conservar su patrimonio, un rancho en Ezequiel Montes, que desde hace un año está en disputa. El Coyote, es el nombre del rancho que compró Leopoldo Vega Montes hace ya más de medio siglo, dice Norma Lorena Vega Ugalde, una de las herederas, quienes ven peligrar el patrimonio de la familia.
Norma explica que el rancho era de su madre, pero al morir pasó a manos de su padre, quien también falleció, por lo que el rancho fue heredado a los 15 hijos del matrimonio Vega Ugalde.
Indica que hay otras personas que se dicen dueños del rancho, identificados como Patricia Camacho y Mauricio Cruz, quienes viven en la comunidad aledaña al rancho, creada por los padres de Norma para los trabajadores.
“Sacaron con lujo de violencia a mi hermano Abelardo, con la fuerza pública de Ezequiel Montes. Él es una persona de la tercera edad y no se pudo defender. Lo sacaron a punta de palos, machetes, a patadas. No llevaban ninguna orden, sólo porque la señora Patricia trabaja en la presidencia municipal”, explica.
Enfatiza que Patricia Camacho pidió apoyo del municipio de Ezequiel Montes, cuya alcaldesa es Luz María Quintanar, para despojarlos de la propiedad de su familia. Para recuperar su rancho, afirma, tienen un amparo.
“Tenemos todas las escrituras, tenemos todos los papeles. Tenemos todo, es nuestro y nadie nos lo va a quitar. No es ejido, ni es comunidad indígena, es una propiedad privada”, enfatiza.
Desconoce la razón por la cual los quieren despojar de la propiedad de 171 hectáreas, que está en la familia desde 1948.
Norma explica que quienes asesoran a los invasores son Lourdes Palomares y Víctor Mora, quienes insisten en que el rancho no pertenece a la familia Vega Ugalde. Incluso, afirma que Patricia Camacho no es originaria de ahí, “que compruebe que tiene años viviendo ahí, como nosotros con nuestros padres, todos mis hermanos conocemos a la comunidad”.
Mientras, Ricardo Almaza, amigo de la familia y empleado del mismo rancho, explica que Patricia Camacho es funcionaria pública de Ezequiel Montes, con un puesto relacionado al apoyo de comunidades indígenas.
Norma añade que la comunidad de El Coyote se formó a inicios de los años 90, en un espacio de dos hectáreas que su padre destinó para que los trabajadores del mismo rancho pudieran vivir. Esta colonia o asentamiento que ahora se dice indígena, nunca lo ha sido, así como tampoco ha sido terreno ejidal, siendo parte de la propiedad de la familia Ugalde.