El tomate rojo o jitomate, es un producto agrícola que se ha posicionado en el último año en Querétaro como el segundo más importante de acuerdo a su producción, por arriba de la alfalfa, maíz forrajero y chile verde.
Gustavo Nieto Chávez, delegado federal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en Querétaro, informó que en 2015 el jitomate se ubicó en el cuarto sitio dentro de los cultivos líderes, con un valor de la producción por 272 millones de pesos, es decir 10.2% del total de lo que se produjo ese año en la entidad.
El crecimiento se obtuvo durante 2016, cuando en el cierre agrícola Primavera-Verano y Otoño-Invierno del Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), se registró un valor de producción anual de este cultivo por 558 millones de pesos, lo que representó el 16.2% de lo que produjo Querétaro en materia agrícola.
Según datos de la Sagarpa en el Atlas Agroalimentario 2016, México se ubicó como el décimo productor a nivel mundial y el consumo anual per cápita de jitomate es de 13.8 kilogramos, lo cual lo ubica como un producto de alto consumo e indispensable en la canasta básica de los mexicanos.
El SIAP dio a conocer que actualmente este cultivo se cosecha en Querétaro en 289 hectáreas, 167 en invernadero y 122 a campo abierto; los municipios de Colón con 90, Arroyo Seco con 59 y Pedro Escobedo con 55, son los tres líderes en producción, principalmente con la variedad jitomate saladette, que por su calidad se contempla para la exportación y el consumo nacional y local.
Dos mil toneladas al año en núcleos agrarios. “Desde 2010 nos decidimos a producir en invernadero, llevamos siete años y hoy somos 35 sociedades de producción principalmente integradas por mujeres de Amealco; al año obtenemos hasta 2 mil toneladas de jitomate”, cuenta Mayleth Hilario Álvarez, presidenta de la Fundación Hñañho Rayote y quien trabaja la producción de jitomate saladette.
“Somos cerca de 200 mujeres y hombres de distintas comunidades y barrios indígenas en Amealco que hemos comprobado que el campo sí es negocio y más si se realiza con procesos tecnificados o se le da valor agregado al producto”, comentó.
Actualmente, grupos conformados entre cinco y ocho productores obtienen en invernaderos hasta 40 toneladas por ciclo productivo.