El Colegio de Ingenieros Civiles de Querétaro se encuentra trabajando en el estudio de afectaciones en San Juan del Río, analizando la habitabilidad o inhabitabilidad de algunos inmuebles que se ubican en las zonas más dañadas de la zona.
El presidente del organismo, Sergio Camacho, detalló que se trabaja de la mano con la autoridad municipal, para realizar un análisis puntual tanto de La Rueda, Bosques de San Juan, Nogales y Agaves, los más afectados en el municipio por las severas inundaciones de semanas pasadas, por lo que se trabaja con un grupo de especialistas, para determinar la gravedad de la infraestructura y las condiciones en que se encuentra.
“El repaso que se ha hecho es determinar la habitabilidad o inhabitabilidad de algunos inmuebles, afortunada y desafortunadamente, son muy pocos los que se encuentran en condiciones de no ser habitables y éstos requerirán estudios más profundos para revisar la integridad de la estructura”, dijo.
Precisó que en La Rueda se han identificado seis inmuebles que son considerados inhabitables; en Bosques de San Juan son dos; mientras que en Agave se continúa determinando.
Infraestructura pluvial
El especialista consideró imperativo atender la infraestructura pluvial, no sólo de los municipios que afectados con las lluvias, sino de todo el estado, sobre todo en aquellos donde se concentran grandes densidades poblacionales, debido al crecimiento demográfico del estado y en particular de las dos áreas metropolitanas más importantes en la entidad.
“Todo este crecimiento ha ido de la mano con un desarrollo urbano que le ha faltado control en cierta medida de generar las obras, las infraestructuras que tendría que realizar, a quien le corresponda, para aminorar estas avenidas de agua, tanto en su gasto como en su velocidad”.
“[Y de esta manera] hacer estos análisis que se tienen que hacer desde las microcuencas para estar revisando cómo se van dando los escurrimientos y cómo se van controlando para evitar que se vengan estas avenidas tan fuertes y tan graves como se han presentado en las últimas semanas”, explicó.
Señaló que, en el caso del vencimiento del pavimento que se presentó en la zona de Candiles, éste respondió a una falta de obras de regulación de aguas arriba, que controlen el gasto y bajen la velocidad, pues detalló que la velocidad que registró el líquido que bajó por el dren fue tal, que iba arrastrando mucho producto que se encontraba.
“El tema es controlar aguas arriba, el gasto, el volumen de agua y la velocidad de ésta, todo esto con un análisis de microcuencas y además, las obras existentes sí se tiene que revisar su diseño, la capacidad que tienen actualmente, si se pueden rectificar para ampliar estas capacidades, si hay puntos donde la propia velocidad del agua genere riesgos como pueden ser algunos cambios de dirección, pues reforzar esas secciones de los canales o de los drenes para garantizar la operatividad de la obra hidráulica”, agregó.