Habitantes de la Rueda, en San Juan del Río, han podido regresar a sus casas este lunes a bordo de camionetas del Ejército Mexicano, algunos para revisar las condiciones en que se encuentran sus viviendas y recoger papeles importantes; otros, para quedarse, a pesar del llamado realizado ayer por la autoridad estatal a no bajar la guardia y mantenerse en albergues.
La situación sigue siendo complicada, no sólo porque el agua continúa invadiendo gran parte de las calles de este fraccionamiento en San Juan del Río, sino también porque para quienes decidieron no salir de sus hogares, la falta de alimento comienza a ser un problema, relata Isabel Hurtado, quien es habitante de la Privada 208, en dicho fraccionamiento.
“Aquí no nos llegó tan alto el agua, si nos llegó un poquitito arribita pero nunca se había metido tanta agua a esta privada, entonces lo que estamos esperando es a ver si nos sacan para ir a traer comida porque pues la verdad no hemos comido.
“Aparte ahorita las tiendas, lo poquito que venden en algunas, sí lo están dando más caro, entonces yo creo que vamos a esperar a ver si nos traen de comer, porque la vez pasada sí nos trajeron y, si no, pues a ver si nos sacan para comprar”, dijo.
Son varios los vecinos que coinciden en que las tienditas que se mantienen funcionando, buscan hacer su “agosto” en esta contingencia; pero no son las únicas, pues el temor de los rapiñeros es cada vez mayor.
“[Estamos afectados]] más que todo, la comida y la verdad las tiendas que estaban abiertas, pues todo lo daban muy caro, eso nos afectó ahorita a nosotros, pues la comida, y mucha gente sin dinero, ¿cómo salíamos? Nuestras cosas se las roban los rateros, y ayer pues sí anduvieron unos y sí dicen que agarraron a unos que otros, pero sí afectó bastante”, señala Fanny de Jesús Pedraza, una de las habitantes de la colonia que decidió no salir de su casa.
La lluvia del sábado por la noche agarró a todos por sorpresa, tal fue así, que muchos decidieron quedarse dentro de sus viviendas, confiando en que los niveles del agua no llegarían hasta donde ellos habitaban o que la situación no se complicaría más con respecto a lo que se vivió el viernes 1 de octubre, sin embargo, no sólo se complicó, sino que el agua llegó a niveles que no esperaban.
“Se taparon completamente las casas, ahora sí prácticamente es pérdida total, de muebles y todo, colchones, cama, refrigerador. El refrigerador la primera vez estaba tirado, la estufa también, el tanque de gas, dos camas que teníamos, están totalmente mojadas, las puertas de las viviendas ya se empezaron a botar, como son de madera, ya se empezaron a botar, pérdida total, total”, narra Nubio Martínez, de una de las zonas más afectadas de La Rueda.
Los vecinos del fraccionamiento La Rueda ya se están organizando, pues exigen la reubicación ante el constante riesgo que viven en sus hogares, donde aseguran, nadie les advirtió que la zona en que estaban comprando su patrimonio era de riesgo.
“Reubicación es lo que pide, porque estamos en una zona de riesgo y, a pesar de que hace cuatro años el mero mero de Infonavit nos dijo que ‘no nos puso una pistola para comprar aquí’, se supone que el que dio la firma estaba consciente de que era zona de riesgo.
“Así es que aquí vamos a tratar de ver si conseguimos quién firmó para que se hiciera el fraccionamiento, porque esa es una zona de riesgo y aún así autorizaron para que se hicieran, entonces vamos a tratar de ver y a ver si nos pudieran reubicar”, dice Nubio Martínez.
Es la misma situación de Isabel Hurtado, quien señala que está rentando, pero todos sus vecinos le han dicho que van a pedir la reubicación.
“Yo en lo personal estoy rentando, pero aquí lo que piden la mayoría de las personas es reubicación, porque no se puede vivir aquí, o sea, hace tres días pasó esto, ya estaban las personas sacando sus mueblecitos a secarlos [el sábado por la tarde], pero ahorita se les mojaron otra vez, y como los habían sacado a secar a los patios, pues ayer ya andaban flotando que las camas, los sillones”, relata.
Por su parte, Cecilia Gerardo Reséndiz, dice que sí pedirá la reubicación; ella tiene un departamento, es el último del edificio, en lo más alto; sin embargo, señala que los daños estructurales ya comienzan a notarse.
“Ahorita que pude entrar, porque no había yo entrado desde el día jueves que salí, y me comentan los vecinos que ya hay hundimientos, entonces si tienen el pendiente de que todo se venga abajo y hay muchos que están ahí porque hay rapiña, o sea, queremos salir y estar seguros, pero tampoco queremos perder nuestro poco patrimonio que tenemos, entonces, lo que estamos viendo, es a qué acuerdo se llega con las autoridades, para buscar más que nada la reubicación”, agrega.