Decenas de comerciantes en Tequisquiapan por fin pudieron entrar a sus establecimientos en la zona más afectada de la localidad, el Centro Histórico, donde algunos perdieron todo, tal fue el caso del restaurante Cuatro Barrios Bistró Kitchen, que quedó “hecho caca”, asegura la encargada, Carla Lupian Ugalde.
“Fuimos la zona más afectada por las inundaciones, como podrán observar, Cuatro Barrios quedó hecho caca, por así decirlo, es muy lamentable esta situación en estos momentos”.
En el caso de este famoso restaurante, se perdió todo, pues tanto la cocina como el inmobiliario estaban construidos a base de madera, lo que dejó inservible todo en el lugar, además de los refrigerados y electrodomésticos que se perdieron por el agua que se elevó a más de 1.50 metros en algunas zonas.
“Entramos el día lunes por el acceso del Centro Cultural y el agua nos llegaba hasta el cuello, pero teníamos que venir a ver cómo estaba nuestro local e intentamos sacar algunas otras cosas que dejamos aquí por salir rápido del lugar”, agrega.
Y es que la alerta por las inundaciones llegó tarde, según relata Ana Karen, una comerciante tequisquiapense, que asegura que aún no es posible estimar cuándo podrán volver a abrir sus puertas al público, pues los daños son severos y la reconstrucción tomará tiempo.
“Desde el día sábado cerramos, pero por la noche se desató la lluvia y se desbordó la presa, pero no sabíamos nada de esto, no nos alertaron, no hubo una alerta para empezar a sacar las cosas, no teníamos ni idea, se llegó fatal”, platica.
“No tenemos considerada una fecha [para reabrir], recuperarnos, volver a comprar muebles, pintar, todos son detalles que la verdad van a llevar un poco de tiempo y esperamos tener los apoyos”, subraya.
Tras emitirse la alerta roja por las inundaciones, comenzaron a circular rumores entre los comerciantes sobre posibles actos de rapiña que podrían elevar, aún más, sus pérdidas; sin embargo, reconocieron que la comunicación con la autoridad fue constante y esto impidió ser víctimas de hurtos.
“No tuvimos porque también estuvimos alertando a los policías, a la seguridad pública, porque sí empezaron a llegar los comentarios de que ya habían visto a los chavos con serruchos y, de hecho, de que ya habían entrado a algunos locales, para empezar a romper candados y sí nos preocupaba, porque todas nuestras cosas las dejamos en el segundo nivel de esta plaza, pero afuera, y entonces sí le avisamos a las autoridades que estuvieran pendientes y más en esta calle que estaba totalmente a oscuras”, comenta.
La administradora del Hotel del Parque, Paola Torres, coincidió en que los rumores se esparcieron rápidamente entre los comercios pero, relata, no se llegó a concretar nada en contra de estos establecimientos.
“No hemos tenido rapiña, estaba monitoreado, ni siquiera un intento, vi por ahí de unas casas que forzaron las puertas, pero aquí yo te puedo decir que no, sí nos preocupaba, pero hemos estado muy atentos”.
La evacuación
Paola Torres detalló cómo fue la evacuación cuando les informaron de la alerta roja ante las inundaciones, pues todo fue tan rápido que los huéspedes fueron trasladados al segundo piso del hotel, para posteriormente ser auxiliados por los Bomberos de Tequisquiapan.
“Yo estuve entrando tres veces, pero como ayudé a sacar un camión que teníamos aquí, después ya no pudimos regresar, ya más tarde, los bomberos de Tequisquiapan fueron los que estuvieron evacuando y yo entré en la segunda lancha hasta el lobby, el agua ya estaba hasta la fuente y empezaron a evacuar a huéspedes”, recuerda.
Detalla que no hubo manera de reubicar a los huéspedes en otros hoteles, pues al subir el agua rápidamente, lo más seguro fue que permanecieran en el segundo nivel hasta su evacuación, la cual realizaron sin ningún contratiempo.
Después de procurar las vidas humanas, Paola cuenta que reingresó en lancha el lunes para evaluar los daños pero no había mucho por rescatar.
“Yo entré con la ayuda de los bomberos en una lancha, levantamos algunas cosas que están allá arriba, pero lo demás ya no tenía ni caso.
“A mí me llegaba a la cintura [el agua]. Son pérdidas materiales, los muebles, refrigeradores, mobiliario del restaurante, todos los muebles de recepción… más de 100 mil pesos en pérdidas”, estima.
Finalmente, hizo un llamado a todos quienes ofrecen ayuda para los afectados, a que regresen a Tequisquiapan, visiten el destino y consuman en él, pues el turismo es la principal fuente de ingreso de estos lugares.
“La verdad la ayuda que más necesito es que sigan viniendo a Tequis, que nos recomienden. Lo que necesitamos es que la gente venga a Tequis, que no se asuste, es la mejor ayuda, que consuman aquí”, concluyó.