La tarde del domingo resultó amarga para los comensales que acudieron al restaurante del hotel Real de la Peña, en Bernal, cuando el elevador del inmueble cayó con una familia al interior, narra Mario Alberto Morales, quien presenció el hecho que, dice, pudo haberle costado la vida a una pareja y a su pequeña hija.
Este medio buscó a Alberto Flores, presidente de los Hoteleros de Bernal, pero no dio información al respecto. En tanto, en el hotel, luego de una llamada que se “cortó”, ya no respondieron.
Narra que junto con su familia, acudió a comer a Bernal, pues uno de sus hijos está en un campamento de verano en ese pueblo mágico, por lo que decidieron aprovechar el domingo, único día en el que pueden convivir con sus familias.
Apunta que el municipio estaba lleno de paseantes que aprovechan las vacaciones para visitar y conocer el sitio. El atractivo del pueblo ha hecho, dice Mario Alberto, que se abran muchos locales para atender a los visitantes, existiendo un “boom” de hoteles boutique.
Decidieron comer en una de estas terrazas, para cambiar un poco la tradición de comer en los locales de las tradicionales gorditas.
Una tarde normal. En el hotel referido, donde en la terraza hay un restaurante de nombre Milos, comenzaban a arribar más familias al lugar, y Mario Alberto y su familia se disponían a retirarse, incluso ya habían pagado la cuenta. “En eso escuchamos un ruido muy seco, pero no era un ruido que asemejara a un ventanal, como hubiera sido el caso, o de un mueble que se hubiera caído. El ruido era tan seco, tan fuerte, que pensamos que era alguna afectación hacia la construcción.
“Pasaron los segundos y todo mundo quedó en la incertidumbre de qué fue lo que pasó, hasta que una señora, adulta mayor, comenzó a gritar que iba su niña. Fue cuando mi hijo y yo nos percatamos como muchos, pero corrimos hacia el elevador y empezamos a entender que la señora caía en la histeria porque adentro del elevador estaba su familia, entendiendo que había una niña", recuerda.
Supieron que al interior iban la hija y la nieta de la señora, mientras que ella, con la carriola de la bebé, y su esposo, esperaron otro turno debido a que sobrepasaba la capacidad del elevador.
“Cuando nos fuimos percatando de lo que pasaba, empezamos a jalar, junto con otras dos personas, la puerta del elevador. Yo creo que por la manera en la que la doblamos no era en sí la puerta de acero, sino una puerta decorativa, porque la doblamos.
“Alguien dijo: ‘de qué sirve lo que estamos haciendo si el elevador ya cayó, la cabina del elevador ya está abajo. Estamos hablando de una altura de 10 metros, más o menos de un tercer piso’”, menciona.
El rescate. Cuenta que bajaron de las escaleras y notó a unos jóvenes muy bien vestidos, pensando que eran los dueños del lugar, porque se notaban confundidos, sin saber qué hacer ante la situación.
Bajaron hasta el lobby, donde en efecto pudieron confirmar que el elevador se encontraba ahí. Una persona del hotel, cuando comenzaron a jalar la puerta para ver a las personas que estaban dentro, les dijo que no maltratan la puerta, pues iban a afectar el elevador, por lo que refutó diciendo que en ese momento lo que menos importaba era el elevador, pues había vidas humanas dentro del aparato y eso era lo que importaba.
Añade que los ocupantes del elevador estaban en el piso. La bebé estaba ensangrentada en los brazos de su mamá, lo que impactó a muchos, incluyendo a su hijo, quien entró en crisis nerviosa al ver a la menor cubierta de sangre, aunque era de la madre, quien la protegió al momento de la caída.
Mario Alberto precisa que el elevador estaba cubierto de espejos en su interior, por lo que el percance pudo ser más grave. Los dos adultos no pudieron ponerse en pie debido a las lesiones en las extremidades inferiores y cadera.
Luego del percance se llamó a los cuerpos de emergencia. Luego de 15 minutos llegó una ambulancia de Protección Civil de Ezequiel Montes. Los adultos fueron atendidos en el sitio, y posteriormente trasladaron a la mujer y a la bebé a un hospital para su atención.
Este medio de comunicación buscó la versión de la administración del hotel, pero luego de una primera llamada que se “cortó”, en posteriores intentos contestaba una grabadora.
En tanto, el presidente de los hoteleros de Bernal, señaló que no tenía información al respecto, pues no se encuentra en Bernal.
Uno de los heridos es un hombre de 57 años (padre de lesionada de 24 años), que presentó una contusión en el tobillo y dolor lumbar, pero que no fue trasladado al hospital.
Los pacientes que ameritaron traslado a un nosocomio es una mujer de 24 años de edad, madre de la menor, con luxación en tobillo derecho y probable fractura en mandíbula inferior, además de que perdió una pieza dental.
La bebé, de 40 días de nacida, presentando un golpe en cráneo, valorándose en el hospital.
Posteriormente se apoyó a los pacientes con el traslado a la ciudad de Querétaro. El hotel se hizo cargo de los gastos.