La familia de Araceli solicitará a la Fiscalía General del Estado que vuelva a analizar el caso de feminicidio, pues pese a los nueve días de agonía que vivió, se determinó aplicar al agresor la pena más baja que establece el código penal por ese delito, por lo que buscarán se dé la pena máxima de 50 años, indicó Alicia Colchado Ariza, presidenta de Desarrollo Comunitario para la Transformación Social.
Los organismos sociales que asesoraron a la familia de Araceli también estarán apoyándolos para cuando presenten el recurso de apelación.
En la investigación se explicó que el acusado le quitó el celular a su sobrino para mandarle mensajes a Araceli, de 12 años, a fin de engañarla. Le dijo que quería platicar con ella, cuando llegó, le quitó toda oportunidad de comunicarse, se la llevó, la violó e hirió de gravedad.
“El 31 de julio del 2016, fue violada, ultrajada y golpeada hasta casi dejarla muerta, abandonado su cuerpo en un paraje desolado, y el 9 de agosto, ella muere a causa de las lesiones infringidas por el feminicida. Su agonía duró nueve largos y penosos días”, explicó.
La víctima era indígena, menor de edad, vivía en extrema pobreza, y su muerte fue generada por las lesiones que le infringió una persona cercana, características que no se tomaron en cuenta al catalogar el caso la primera vez, pues primero se inició el expediente como violación y homicidio calificado.
Activistas solicitaron la reclasificación del delito, lo que ocurrió tres años después, gracias a la intervención del gobernador, a quien Desarrollo Comunitario envió una carta para que, en el uso de sus facultades, se le diera cumplimiento al acuerdo de colaboración institucional que establece la activación de la alerta por violencia de género, así como al compromiso que se signó con la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim).
El 18 de julio se reclasificó el caso y estableció la sentencia mínima por feminicidio, de ahí que la familia optará por un recurso de apelación, para que se opte por una sentencia de 50 años.
El feminicidio, la pobreza, las amenazas que sufrió la familia tras denunciar el caso, y que desde la casa del agresor se puede ver, claramente, todas sus actividades, son algunos de los factores a los que se enfrentan las mujeres que vivían con Araceli.
“Madre, abuela y dos niñas, eran tres. Puras mujeres en estado de vulnerabilidad y de riesgos, es por eso que dentro del recurso de apelación se señalará que vamos por la reparación integral del daño”, señaló Colchado.