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El temblor de magnitud 8.2 del 7 de septiembre del año pasado fue el sismo instrumentalmente observado más fuerte desde que se tienen equipos de medición en el Servicio Sismológico Nacional (SSN), aseguró Hugo Delgado Granados, director del Instituto de Geofísica (IGf) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Para recordar los sismos que ocurrieron el 7 y 19 de septiembre de 2017, el Instituto de Geofísica organizó en el auditorio Tlayolotl "La Primera conmemoración de los sismos de septiembre: una reflexión desde la ciencia", donde el titular del Instituto señaló que además el sismo del 7 de septiembre es el evento en su tipo de mayor magnitud en lo que va del siglo XXI.
"Es el sismo instrumentalmente observado más fuerte desde que se tiene la instrumentación del Servicio Sismológico Nacional, pero también es el sismo mas fuerte, de mayor magnitud del presente siglo, del siglo XXI; pero dentro de los efectos del sismo también ha permitido la integración de los científicos del área del susbsistema de investigación científica con varios miembros de la comunidad de las ciencias sociales por los efectos que tiene".
En este sentido, el coordinador de Humanidades, Alberto Vital Díaz, señaló que la emergencia tras los sismos requirió la participación de la UNAM en su conjunto y mostró la necesidad de comunicación e intercambio entre las áreas científica y humanística.
Al tomar la palabra, Xyoli Pérez Campos, jefa del SSN, explicó que para dar un reporte de un sismo, el centro de monitoreo del SSN recibe datos de 172 estaciones distribuidas en toda la República mexicana, ésto debido a una colaboración con otras instituciones.
La especialista indicó que demás se operan 98 estaciones del propio servicio y una red sísmica del Valle de México compuesta por 32 estaciones que detectaron, "por ejemplo, 360 sismos tan solo el 8 de septiembre, que fueron réplicas del ocurrido el día 7".
Gerardo Suárez Reynoso, investigador del IGf, informó que los sismos de septiembre registraron muchas réplicas. El del día 7 ocurrió muy adentro de la Placa de Cocos y no en la zona de subducción, lo que es poco común, por lo que aseguró que “tenemos que trabajar más para entender mejor los sismos, porque todavía tenemos muchas sorpresas”.
