Sin tigres a la vista, Janine Otálora Malassis y Lorenzo Córdova ven firmes y unidas a las dos instituciones que encabezan, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y el Instituto Nacional Electoral (INE), de cara a una elección histórica.
La impresión en el ambiente era que tribunal e instituto no congeniaban. Pero, de manera excepcional, ambos aceptan una entrevista conjunta con EL UNIVERSAL, en la que aclararan que constituyen un matrimonio bien avenido.
“Si le va mal al INE le va mal al tribunal, si le va mal al tribunal, le va mal al INE, entonces, por ende, le va mal a México”, resume Otálora Malassis.
Descartan el fantasma del fraude y, aunque preocupados por la ola de asesinatos de candidatos, aseguran que no es violencia política y que tampoco es una amenaza para el proceso.
Confían en que habrá una partición ciudadana de 70% y se destierra la amenaza de movimientos para anular el voto, como en otros años. Para Córdova “esta es una elección que por sus dimensiones es la más grande de la historia”, no sólo por el número de potenciales electores, sino por quienes tendrán que cumplir el rol de ser funcionarios de casilla, alrededor de un millón 400 mil ciudadanos.
Otálora Malasis dice que la inquietud será para el 2 de julio porque estará dividido entre perdedores y ganadores.
En este proceso ha habido casi un centenar de asesinatos de políticos, muchos de ellos candidatos o aspirantes, ¿es preocupante?
—[Córdova] El contexto de violencia ha estado ahí y las elecciones, no es que la hayan detonado, sino que, inevitablemente, se han insertado en ese clima. Janine [Otálora] ha hecho llamados muy claros de que la violencia es la antítesis de la democracia y contamina el proceso electoral, perdemos todos.
La preocupación por la violencia es compartida y no ha habido afortunadamente una utilización política de la violencia dentro del proceso electoral. Pero por lo que tiene que ver con la organización del proceso electoral, la violencia no ha sido un impedimento, estamos avanzando en todo el país en la instalación de las casillas.
La elección no está en riesgo por la violencia, sí hay que tener cuidado de que la violencia no se nos desborde y como ha venido diciendo Janine, y seguramente lo dirá mejor que yo ahora, [que] no contamine la elección y el proceso democrático.
—[Otálora] Como bien lo decía Lorenzo [Córdova], es cierto que la violencia se ubica sobre todo a nivel local, nunca tuvimos 30 estados simultáneamente en proceso electoral. Entonces, quizá si hubieran sido tres estados, hubieran sido, no sé, cinco, siete asesinatos. Ojo, no estoy justificando el asesinato de actores políticos, pero sí hacer claramente esta diferenciación entre la violencia política y lo que podría ser la violencia institucional cuando ya hubiesen actos de violencia hacia autoridades electorales, que pondrían en riesgo el que se lleve a cabo la jornada electoral.
Es hora de decirle a los ciudadanos que no puede ser el crimen el que decida si van o no van a sufragar y el ejercicio de este derecho político que tanto ha costado en México construirlo, fortalecerlo, ejercerlo, es: ¡salgan a votar!
Se ve que se reúnen, que platican; sin embargo, tenemos la impresión de que se andaban aventando los sartenes, esa impresión daba cuenta que así estaba el instituto y el tribunal electoral, ¿Si se estaban aventándose los sartenes?
—[Otálora] Para nada, no podríamos haber construido esta relación y esta complicidad en 48 horas, definitivamente no.
Estamos en una dinámica que crea nuestro propio sistema electoral, de que los propios partidos políticos o candidatos independientes impugnan lo que decide el INE con el tribunal electoral, así está hecho el sistema.
Nosotros resolvemos, ya sea, confirmar, modificar, o revocar, hace poco Lorenzo y yo estábamos haciendo el recuento de cuantos acuerdos trascendentales el tribunal ha confirmado, calendarios electorales, conteo rápido, en fin, ha habido otros en los que no hemos salido en medios a decirlo.
Lorenzo y yo tenemos diálogo, lo tenemos también entre integrantes del tribunal electoral y consejeros del INE, entonces no, no es una relación construida de unas horas para atrás.
[Córdova] Yo diría una cosa complementando hay una natural tensión entre el INE y el tribunal electoral, en el propio diseño de la ley. Hay un acto, una decisión digámoslo así, que por ley tiene que implicar una especie de cambio de estafeta o turno de estafeta al TEPJF, sólo uno y es lo que tiene que ver con la calificación de la elección presidencial.
Lo enfatizo por esto que señalaba Janine, a propósito del diseño, cuando el tribunal tiene que conocer y pronunciarse sobre una decisión del INE, con excepción de la presidencial, es porque hay un litigio, una inconformidad, es por alguien está impugnando la decisión del INE porque no está de acuerdo, y el tribunal electoral tiene que discernir. Dado que andan de moda las referencias beisbolísticas, aunque vamos al mundial, el indice de bateo del INE en el tribunal es bastante bueno, andamos sobre 80 % de resoluciones confirmadas, otras se regresan para continuar o modificar la decisión, otras son simple y sencillamente revocadas, y es natural que en un contexto tan politizado, en donde las impugnaciones, eso no lo dice Janine lo digo yo, las impugnaciones tienen incluso una intencionalidad política, el resultado del tribunal, las sentencias del TEPJF se lean así, con una perspectiva política, le enmiendan la plana, le dan un coscorrón al instituto electoral o no.
Ha habido momentos de tensión, como el que puso en la boleta a El Bronco. Esto manda una señal, digamos hacen la tarea y ustedes se la rehacen y se las regresan, que hay una especie de pugna entre ambas instancias?
—(Otálora) A ver, yo aquí lo que asumiría como parte es que, en efecto, el INE decide algo, el tribunal decide otra cosa, están los actores políticos contentos, enojados, de acuerdo con lo que se trata y está toda la opinión pública, que empieza a analizar las decisiones de ambas instituciones y esto empieza obviamente, digamos, a calentar el ambiente. Lo ideal, lo asumo, sería que en este caso las instituciones se retraigan y digan: “Bueno, analicen mis decisiones y en el caso nuestro las sentencias hablan por sí mismas”, el caso [de Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón El Bronco] salió dividido, muy dividida la decisión en la sala superior: 4-3, o sea por un voto, se perdió, es la democracia, entonces es una prudencia que tenemos definitivamente que tener y que aprender, yo lo asumo.
[Córdova] En 28 años no ha habido una sola sentencia que no se haya acatado. En democracia, tenemos que acostumbrarnos a la discusión, ahora, esto es una cosa, entendemos también y esto si es una responsabilidad de las autoridades de ir construyendo un ambiente de certidumbre respecto a lo que viene [los comicios].
¿La gente puede estar tranquila de que el INE y el tribunal están sólidos y unidos en lo esencial de cara a la elección del 1 de julio próximo?
—[Otálora] Completamente seguros pueden estar de que somos dos instituciones fuertes, sólidas, responsables, listas y que además con una solidaridad y una visión en conjunto de que este proceso electoral debe ser todo un éxito para la ciudadanía, finalmente para México y que eso es al final del día lo único que cuenta.
[Córdova] Y completaría diciendo, además, uniformadas en un propósito especifico que es el que ha estado alimentando, insisto con esta tensión natural que implica el diseño del sistema electoral, la construcción de unos comicios que no solamente aspiramos a que sean los más grandes de la historia, porque sabemos que eso si los van a ser, sino también que sea la elección más escrutada, más vigilada ,más fiscalizada y la más libre.
¿El fantasma del fraude está totalmente desterrado? Hay versiones de que en la mesa podrían tirar a algún candidato por algún fallo jurídico, fiscalización, comprobación de gastos.
—[Córdova] Mira, tenemos unos días por delante muy importantes para lograr y transmitir, lograr que haya una asimilación de lo que hemos venido llamando la cadena de confianza.
No podemos combatir la desconfianza pidiendo un cheque en blanco, porque allá afuera y con mucha justificación, la gente desconfía. Como se decía en el pasado: la confianza se construye paso a paso, poco a poco, es muy difícil y los avances se miden en micras. La desconfianza ocurre de golpe y los retrocesos se miden en kilómetros y estamos en un proceso de construcción de la confianza.
¿Hay posibilidad de hacer fraude? Mi respuesta es, si por fraude entiendes una manipulación masiva de la voluntad de los ciudadanos plasmada en las urnas, la respuesta es no. Pero no podemos pedir que me crean como cabeza de un órgano electoral en mi dicho. Tenemos que probar que eso es lo que realmente ocurre en la realidad.
[Otálora] No veo desde la perspectiva del tribunal electoral, y ratificaré a lo que acaba de decir Lorenzo, posibilidad alguna en este momento de un fraude que se esté llevando a cabo en este proceso electoral. Ciertamente nosotros como instituciones, con nuestras actuaciones definitivamente construimos confianza, pero también con una parte de responsabilidad y madurez de la ciudadanía de no traer en sistemático esa cultura de la desconfianza sino decir: “Puede ser que opere”, y finalmente su responsabilidad de la ciudadanía es salir a votar de manera libre, o sea, ¿qué mejor manera de hacer frente a un temor de un fraude que ir con una parte, salgamos masivamente a votar?
Segundo, confiar en los vecinos que son los que están llevando el orden dentro de la casilla y que van a contar los sufragios. Se dará una tendencia el mismo domingo en la noche por parte del INE.
En cuánto a la segunda pregunta que era un poco esa inquietud de que se pudiese bajar al candidato que más votos obtuvo. A ver, hay causas de nulidad de elección; sin embargo, el constituyente las puso claramente en la norma constitucional y son tres: un rebase de tope de gastos de campaña mayor a 5%, con una diferencia menor entre el primer y segundo lugar a 5%, compra de tiempo en radio y televisión y, tres, utilización de recursos ilícitos.
Primero, tienen que ser demostradas estas causas. Cuando hablamos de nulidad de elección estamos hablando de un tema sumamente serio para la democracia. Anular una elección, desde mi punto de vista quiere decir que la democracia falló, no funcionó, eso es lo que estamos diciendo.
Ya lo hemos visto en algunos estados de la República.
—[Otálora] Sí, en muchos casos, pero es el fracaso de la democracia, o sea se llega a la nulidad de una elección cuando realmente las causas están debidamente acreditadas dentro del expediente. Entonces, ante una inquietud, una fantasía que puede haber de que el TEPJF llegase a bajar a un candidato, es algo muy remoto que hoy por hoy no está ni en la mente del tribunal ni en la mente de, no me lo imagino, a través de la fiscalización y creo que esto forma parte de la responsabilidad de las autoridades que tienen a cargo la paz social del futuro de México.
Pareciera que cada gran elección queremos hacer una nueva gran reforma electoral. ¿Ustedes verían que nos encaminaríamos a otra gran reforma después de este proceso o ajustes normales que se tienen que hacer?
—[Otálora] Necesitará ajustes, o sea, toda ley es perfectible por definición. El único voto que haría, porque eso es del ámbito de quienes resulten electos legisladores, es escuchar a quienes son encargados de aplicar y de interpretar la ley.
Finalmente tenemos esa experiencia en que se puede mejorar la ley, en que hay que eliminarla, sería en cuanto al titular del tribunal electoral, lo único que diría es: escuchen a quienes conocen esta maleabilidad de la ley.
[Córdova] Coincido y diría lo siguiente: tenemos una ley electoral derivada de la reforma de 2014 muy compleja, difícil de instrumentar y de interpretar, pero no es la primera vez que estamos aplicándola; es decir, de hecho estas elecciones van a ser, van a implicar el cierre del primer ciclo de vida, por llamarlo así, de esta reforma electoral. Hemos venido adecuándolas para volverlas operativas y sin medias tintas, vamos a una elección compleja con una normatividad compleja, sí, pero adecuada para poder enfrentar el reto. Hemos venido realizando, tanto el TEPJF como el organismo electoral un listado importante de lo que valdría la pena corregir; no obstante, la ley no es un elemento de incertidumbre de estos comicios.
Que necesite cirugía mayor...
—[Córdova] No, y vale la pena que dejemos las reformas electorales, que siempre serán necesarias, en paz, al menos en su centralidad, porque los problemas del país no están en lo electoral, están en otros lados. ¿Será pertinente revisarlas? Sí, ojalá previa escucha de quienes tenemos algo que decir respecto de la norma porque la aplicamos y la interpretamos.
[Otálora] Finalmente, si logramos construir esta confianza de todos hacia todos [instituciones y ciudadanos] lo que sí podría hacerse es regular un poco menos.
[Córdova] Desregular, coincido. Que eso es una paradoja, perdón es que, abriste un punto Janine, importantísimo. Nosotros a lo largo de 30 años prácticamente hemos querido regular todo para inyectar, en teoría más certeza. Lo que nos ha pasado es exactamente lo contrario, tenemos un sistema hiperregulado. Tenemos un colega del Consejo General, dice que tenemos un sistema barroco y coincido. Es más, creo que es hasta churrigueresco y eso lejos de inyectar más certidumbre ha provocado más litigiosidad, porque hay que interpretar más.
Entonces, después del 1 de julio no se suelta el tigre...
—[Córdova] Hemos construido un sistema electoral que nos permitió domar y encauzar por la vía pacífica las diferencias, la pluralidad, la diversidad ideológica y política y tenemos una oportunidad única para poder refrendarlo. El 1 de julio tendremos una gran fiesta cívica, estaremos muy atentos en nuestras responsabilidades para que ocurra y creo que es una gran oportunidad, para refrendar y reconstruir nuestra confianza en la democracia.
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