Los seis días que Axel Arenas vivió en el Reclusorio Oriente fueron los peores de su vida. Cuenta, en entrevista con EL UNIVERSAL, que conoció el infierno tras las rejas: “Ahí hay gente de verdad mala, si se puede decir así; conmigo se portaron muy bien porque el caso fue mediático, pero me di cuenta de que existe otro mundo con personas que en verdad pueden causar mucho daño”, dice el actor, quien inmediatamente después de quedar en libertad se reincorporó a las grabaciones de la bioserie de José José que produce Telemundo.
Mientras espera el llamado para grabar los capítulos que dejó pendientes, Arenas se dio tiempo para narrar la pesadilla que cambió su vida. Deja en claro que nunca conoció a Karen y que tampoco estudió con ella actuación como lo dio a conocer en conferencia el procurador capitalino, Edmundo Garrido Osorio.
Aclara otra serie de imprecisiones de la dependencia a la que aún no descarta denunciar por daño moral, pero antes adelanta: “Tengo que poner mi vida en orden”.
Las primeras horas Axel no entendía lo que pasaba. No daba crédito a cómo es que le imputaban un homicidio del que ni siquiera sabía ni había leído, ni cómo habían dado con él: “Todo fue muy confuso, los agentes montaron un teatro para detenerme. Se me acercaron dos sujetos y me preguntaron si quería vender mi moto, luego otro dijo que si me interesaba una moto que él traía, yo no entendía nada, sigo sin entender qué paso.
“Después me arrestaron y me subieron a la patrulla y mientras me llevaron al Ministerio Público, actuaron como los policías judiciales de siempre, me intentaron intimidar, me dijeron que confesara de una vez, que tenían todas las pruebas, mis huellas, fotos, todo. No me preguntaron dónde estuve el día de los hechos, de inmediato me culparon de algo que yo ni sabía que había pasado”, precisa.
Más anomalías.
En este proceso continuaron las irregularidades; Axel les comentó que el 27 de diciembre no se encontraba en el país.
Los agentes se burlaron y no respetaron la presunción de inocencia.
Así lo turnaron con el juez que giró la orden de aprehensión por homicidio, del cual los agentes investigadores aseguraron que tenían “pruebas contundentes”.
“Nunca me escucharon, de verdad, les dije que tenía la manera de comprobar que no estaba en el país y que no tenían por qué detenerme, mucho menos llevarme a prisión. Si me hubieran puesto atención creo que todo se podía haber resuelto en unas cuantas horas y no tendría que vivir todo eso, pero tenían prisa por encontrar a un culpable”, explica el actor.
Dijo que al darse cuenta de la equivocación, incluso los mismos agentes que lo detuvieron le comentaron que ni ellos conocen el Nuevo Sistema Penal, que el juez manda un citatorio a la casa para notificar que una persona es imputada de un delito.
En las sombras. Los días en prisión para él fueron sombríos, dice; la perspectiva de vida cambia.
Ahí, narra, “uno se da cuenta de quiénes son sus verdaderos amigos, de quiénes aprovechan cualquier descalabro para dañar y lastimar aún más, y dentro de todo lo malo, brota la unión familiar. La verdad es que todos se portaron muy bien, la producción me recibió con los brazos abiertos, me aguantaron las escenas que tenía pendientes y por eso ando muy ocupado.
“Mi familia, los amigos muy bien. Nadie dudó de mí porque todos sabían que estaba fuera del país y no había manera de que yo cometiera ese crimen, el cual repruebo y rechazo cualquier tipo de violencia en contra de la mujer. Entonces eso me facilitó mucho las cosas porque se movieron muy rápido, no imagino lo que pasaría con otra persona que no pudiera comprobar todo eso, de verdad fue una barbaridad lo que hicieron”, comenta Arenas.
Sobre la denuncia por daño moral en contra de la procuraduría capitalina, Axel adelanta que por el momento se dedicará a recuperar esa semana que pasó en prisión y ya con cabeza fría, analizando todas las posibilidades, no descarta proceder junto con su defensa.
“Yo la verdad sí tengo ganas porque no fue algo menor lo que me hicieron, no es que con un ‘usted disculpe’ se arreglan las cosas, pero es algo que toma mucho tiempo, dinero y estoy valorando todas las opciones.
“Yo lo que quiero, más allá de una disculpa personal, es que las autoridades se den cuenta que actúan mal y que ese actuar perjudica a personas inocentes como yo, que mi experiencia sirva de ejemplo para que no se vuelva a repetir un caso igual, de verdad que se preparen y que se aplique la presunción de inocencia, a mí me juzgaron, me llevaron a la cárcel y luego investigaron, debería ser al revés, en cuestión de justicia, las cosas siguen igual”, concluye Axel Arenas.
Ahora y después del “incidente”, el actor trata en todo momento de documentar en dónde está, qué hace, a dónde va y pagar todo con tarjeta para que así, dice, quede evidencia de todos sus movimientos por si alguna vez la autoridad le vuelve a imputar un delito que no cometió, “queda uno espantado con esta experiencia, no me vuelve a pasar”, remata.