El incendio registrado en la refinería de Salina Cruz fue sofocado a las 03:30 horas de ayer, informó Petróleos Mexicanos (Pemex) en un comunicado, sin precisar cuándo reiniciarán las operaciones que fueron suspendidas por la inundación desde el pasado martes.
Detalló que aunque el fuego fue extinguido, personal contra incendio continúa con los trabajos de enfriamiento “lanzando agua” sobre la zona afectada “para evitar que el fuego vuelva a propagarse”.
El siniestro comenzó el pasado miércoles derivado de las fuertes lluvias “ocasionadas por la tormenta tropical Calvin” que provocaron el desbordamiento de agua con residuos de crudo de los cárcamos contenedores de los tanques de almacenamiento.
En la conflagración murió Mario Alberto Balderas, bombero de Pemex, quien ayer fue sepultado en el panteón municipal de Salina Cruz.
Pemex destacó en el comunicado que una vez aseguradas las condiciones de todas las plantas se evaluarán las afectaciones “a fin de determinar las acciones a seguir para reanudar las operaciones” de la refinería Antonio Dovalí Jaime.
Por otra parte, se informó que los casi 3 mil desalojados de la zona cercana a la refinería regresaron a sus viviendas. Lo primero que hicieron fue la limpieza. “Cenizas negras fue lo que encontramos en el patio”, dijo Alfonso López, quien vive en la parte alta del barrio Juárez, al sur de la barda perimetral de la refinería de Salina Cruz.
Descortesía. Poco después del mediodía arribaron unos 50 bomberos de la Ciudad de México para ayudar a combatir el incendio; habían realizado un viaje de 17 horas pero al llegar a la refinería, les impidieron ingresar a las instalaciones.
Tras casi dos horas de espera en la puerta principal de la refinería, se autorizó el ingreso de los bomberos de la CDMX que querían ayudar a apagar el fuego como lo hicieron los de Minatitlán y Cosoleacaque, Veracruz.
En la cuenta de Facebook “Bomberos CDMX Ismael Figueroa”, denunciaron la descortesía de Pemex.