En materia de seguridad, “los resultados aún están lejos de ser satisfactorios, a pesar de los esfuerzos de todos los cuerpos de seguridad”, admitió el presidente Enrique Peña Nieto al encabezar ayer la ceremonia por el 90 aniversario de la Policía Federal.

A cuatro meses de concluir su administración, el Ejecutivo  enfatizó que el “Estado mexicano será capaz de contener a los grupos delictivos que se han puesto por encima de la ley en algunas regiones y reestablecer el tejido social.

“En décadas recientes, los mexicanos hemos demostrado nuestra capacidad para enfrentar con éxito retos históricos en ámbitos como el acceso a servicios de salud y educación, la modernización de nuestra economía y la transformación de nuestras instituciones”, recordó.

En el centro de mando de la corporación, en la delegación Iztapalapa, Peña Nieto aseguró que en “ningún momento hubo falta de compromiso de nuestros policías federales”, puesto que “durante más de una década y por distintas razones, la delincuencia y el crimen organizado han crecido y trastocado el tejido social de comunidades, ciudades y regiones.

“Este fenómeno tiene raíces antiguas en nuestro país y múltiples causas, pero no hay ni puede haber justificación para el crimen. Quienes delinquen lo hacen en busca de un beneficio personal que implica la violación de los derechos de otros”, dijo.

El Presidente  refirió que durante su sexenio se fortaleció a la corporación con la creación de diversas áreas que permitieron fortalecer tareas de seguridad y de atención en desastres.

Durante el evento, el Peña Nieto entregó condecoraciones “Caballero Águila” a familiares de agentes caídos en cumplimiento del deber, entre ellos, al suboficial Cristóbal Bonilla Martín y al inspector Víctor Mireles Barrera, quienes murieron linchados por pobladores de San Juan Ixtayopan, Tláhuac, en 2004.

Al acto también acudieron el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete; el encargado del despacho de la PGR, Alberto Elías Beltrán; el titular del Ejército, general Salvador Cienfuegos Zepeda, y  el de la Marina, almirante Vidal Soberón. En su intervención,

Manelich Castilla Craviotto pidió a quienes integrarán las áreas de seguridad del próximo gobierno, “revisar procesos y personas”.

A su vez, el comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, aseguró que en la corporación no hay “filias ni fobias políticas” y que no “mira por colores o partidos”, por lo que continuará al servicio.

Afirmó que la institución es defensora de los derechos y libertades de los ciudadanos, un pilar del Estado democrático. “En un Estado democrático de derecho, en el que priva el imperio de la ley y el respeto por los derechos fundamentales, la seguridad no es ni puede ser un fin en sí mismo”. 

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