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Élmer esperaba sentado detrás del escritorio de la oficina principal de la Biblioteca Central del estado, al interior del Museo del Ferrocarril. Disfrutaba del clima potosino. Vestía camisa azul y una chamarra ligera. Minutos después impartiría un curso a novelistas para “afinar su estilo” y someter sus historias a él. A las 6:30 de la tarde del pasado viernes presentaría también su nueva novela “Asesinato en el Parque Sinaloa”.
En entrevista para El Universal San Luis Potosí Élmer Mendoza profundiza sobre la situación que guarda el país. Los escenarios de sus personajes al norte de México, donde están presentes elementos como la violencia y el narcotráfico ya no son exclusivos de la zona, han ganado terreno a lo largo y ancho de México, sin embargo, el también colaborador de El Universal afirma que México aún tiene esperanza. Su personaje icónico “El Zurdo Mendieta” y los mexicanos guardan valores que desde la familia se pueden fomentar.
“Asesinato en el Parque Sinaloa”
El Zurdo Mendieta pudiera ser un detective eterno, ríe el escritor. Ahora lo moví de ciudad 200 kilómetros al norte; el Zurdo Mendieta tiene valores y uno de ellos es la lealtad a los amigos, a Sánchez, el primer policía que trabajó con él. Policía retirado a quien le matan a su hijo, en los Mochis.
El Zurdo después de ser detective por años decide retirarse. El día que le llevan el cheque de liquidación llega Sánchez y le dice que han matado a su hijo, él sabe que el Zurdo se va a retirar, pero le pide que investigue y encuentre al culpable. Mendieta no se puede negar, destruye el cheque. Se desplaza a ese lugar y encuentra una ciudad hermosa, con un parque sensacional, uno de los más bellos de este país – Élmer hace una pausa e invita a los potosinos a visitarlo, asegura que se la podrán pasar igual de bien como en Xilitla-.
Mientras desarrolla la investigación, en la ciudad están pasando cosas –advierte - hay una historia alterna. En la ciudad vive un narcotraficante famoso que lo busca la Marina, el narco vive su cotidianidad mientras el Zurdo investiga el homicidio, en un momento, ambas historias entran en relación con mucha sutileza – explica Élmer – y cuando se dan cuenta ya están “encimadas”. El Zurdo advierte la situación cuando la Marina tiene que hablar con él, mientras que Mendieta trata de mantenerse lo más discreto posible, finalmente El Zurdo termina involucrado, adelante Élmer Mendoza.
La violenta realidad del país
La realidad propone a los novelistas, dice. El narco ha crecido porque tienen la posibilidad de conseguir dinero fácil y con suerte puede ser mucho dinero, hay casos que sacaron dinero y se dedicaron a negocios legales, en otros, casos les gusta, se quedan ahí y pierden la vida. Se da todo. En el tejido que se dio este fenómeno vi gente de todo el país, de estados del sureste, pero todos vivían en el norte, explica.
A los novelistas que nos gustan el tema de las aventuras terminamos por abrevar en él, porque tiene las dos cosas: la posibilidad de crear un antihéroe que goce de la simpatía: hay antihéroes que quieren mucho los mexicanos, que son muy distintos a traficantes de personas, (a esos todos los odiamos – dice), pero los que trafican que drogas siempre hay un grado de simpatía.
¿Qué sigue para El Zurdo?
El Zurdo sigue…responde, aunque soy muy supersticioso; pero las dos historias que van a aparecer en la novela tienen que ver con la realidad humana; la otra me la estoy inventando, pero tiene el contexto de lo que es México, con todo el dolor que tenemos.
Élmer, podría dar una sorpresa este año.
Revela que ha escrito una novela que él mismo no sabe definir si es para jóvenes o adultos. “Estoy creando la segunda novela de otro de sus personajes “El Capi Garay”, personaje que viaja a Xilitla, San Luis Potosí y que también tendrá que viajar al desierto en la “El misterio de la orquídea calavera”.
Una aventura a la que define espectacular. “Espero que toda mi experiencia en Xilitla y mi percepción de lo mágico y fantástico me hayan servido para tratar el caso del desierto, que es muy distinto. Ya conté la historia completa, ahora estoy en el larguísimo proceso de corrección”.
Jóvenes dejan de lado novelas históricas –políticas.
En México tenemos el problema donde los jóvenes no tienen la cultura de la lectura, que es un asunto de familia, sin embargo, hay una tendencia por lo fantástico, aunque no hay interés por leer novela histórica, política, prefieren la parte emotiva, particularmente no me parece mal, sólo que los escritores mexicanos tenemos que montarnos en ese automóvil, es lo que estoy tratando de hacer con “El misterio de la orquídea calavera”.
En este contexto, ¿habrá alguna cura para México?
Yo creo que sí, tiene qué haberlo, todo depende de las familias: los delincuentes, corruptos, los desgraciados tienen una familia, ahí nacen. Es muy doloroso que algunos pertenecen a familias que no tenían por qué convertirse en delincuentes, aunque hay casos que es muy difícil la formación de los chicos.
Los padres tienen que ayudar a sus hijos a ayudar el camino y esa es la gran esperanza, tanto en educación como si hablamos del tema de seguridad; tenemos que tener confianza en la policía, en los detectives, la Marina, en el Ejército, porque es la única manera en la que podamos vivir sin angustia, tranquilos en un país a lo que todos tenemos derecho, concluye.
