La Cruz Roja de Polanco se ha convertido en centro de acopio más grande de la Ciudad de México donde miles de voluntarios trabajan sin parar en la recolección de ayuda humanitaria para los damnificados del sismo de ayer.
Por las calles de Homero y Horacio llegan los donadores con los víveres, despensas, medicinas, herramientas y materiales para primeros auxilios.
El desconcierto y la tristeza están presentes, pero aquí solo hay cientos de jóvenes trabajan y cargan cajas con agua, haciendo cadenas humanas por casi dos cuadras para llevar ayuda.
"!A un lado! !repliegues!", grita uno de los voluntarios al ingreso de una ambulancia de la institución humanitaria con material quirúrgico.
Entre el caos, impera el orden para separar los producto: comida enlatada a la derecha, papel de baño y servilletas, así como las medicinas y materiales como botes, palas, martillos, todo lo que sirva para la labores de rescate va a la izquierda.
De aquí personal de la Cruz Roja Mexicana arma despensa y brigadas de apoyo para los distintos puntos de la ciudad donde hay edificios destruidos como en la colonia Condesa o la Guerrero.
El señor Pedro, de la Herradura, lleva tres horas en la cadena humana, cargando despensas, dice que el no fue afectado, pero que éste es un momento donde todos debemos ayudar.
"Tenemos que ayudar a todos nuestros compatriotas", expresó.
La Cruz Roja Mexicana mantiene la recepción de ayuda a los damnificados del sismo; además de que mantienen la atención a las personas que han resultado heridas.
Solicita apoyo a la población para obtener:
- Electrodos
- Punzos del 16 y 14
- Guantes
- Gasas
- Material de venoclisis
- Material de limpieza
- Jeringas y agua