“¡Soy inocente! (…) recuperé mi libertad y la reforma educativa se ha derrumbado”. Con esas palabras Elba Esther Gordillo reapareció en público después de haber pasado más de cinco años en un proceso carcelario.

A dos semanas de que un tribunal federal sobreseyó su caso y la exoneró de los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada, la ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se dijo víctima de una persecución política, de acoso e injusticia, mientras mostraba en alto la resolución judicial que le concedió la libertad.

“Aquí tienen la imagen que ha predominado durante más de cinco años con respecto a mi persona y es producto de una persecución política, de acoso e injusticia. Es el producto de un expediente basado en mentiras y acusaciones falsas para hacerme ver culpable de algo que no cometí. Soy inocente y muestro a ustedes lo que justifica judicialmente el acuerdo. Recuperé la libertad y la reforma educativa se ha derrumbado”, afirmó.

Vestida con un sencillo traje sastre de color negro, sin joyería y visiblemente delgada, quien fuera la líder del sindicato más grande de América Latina saludó a los maestros y a los medios de comunicación que asistieron al Salón Castillo del Hotel Presidente Intercontinental, a unos metros del departamento de la calle de Galileo, donde permaneció en prisión domiciliaria durante ocho meses.

Al hablar de los más de cinco años que pasó en la cárcel dijo: “No sufrí sola, también sufrieron los maestros de México”.

Aseguró haber sido víctima de una “orquestación perversa” por la dureza con la que se le trató y se aludió al último discurso que dio días antes de ser aprehendida y encarcelada, cuando escribió su epitafio y pidió ser llamada “una guerrera”.

“[Como dirigente magisterial] empeñé lo mejor de mí y no rehuí a riesgo alguno, no acepté condiciones indignas. No se ahorraron recursos ni tinta desde una visión mediática para tratarme con una dureza que sólo una orquestación perversa podría propiciar. Es mejor conquistarse a sí mismo que ganar mil batallas. Hoy, esta guerrera está en paz”, sentenció.

A los profesores les ofreció una disculpa, tras señalar que fueron sometidos a una “persecución política y mediática” que buscaba destruir las conquistas laborales y atomizar a la organización sindical.

Sin mencionarlo directamente, acusó al gobierno federal que prefirió gastar en propaganda que invertir en un programa efectivo para mejorar la educación en el país.

“Lamento que nos hayan responsabilizado de la compleja situación educativa del país, cuando la mayoría de los maestros hacen lo mejor que pueden con las herramientas insuficientes que el gobierno les da.

“También lamento que algunas actitudes que se me atribuyeron hayan contribuido a que fuéramos un blanco fácil, un chivo expiatorio al que se le culpó de todo (...), lamento que quienes debían defenderlos no lo hicieran y nos traicionaron”, afirmó.

Desde antes de las ocho de la mañana, profesores e integrantes de los movimientos magisteriales de Redes Sociales Progresistas y Maestros por México hicieron fila para ingresar al salón donde reapareció la maestra.

En la primera fila del salón, se encontraba su hermana Martha; su hija Maricruz Montelongo; así como su esposo y ex subsecretario de Educación Básica, Fernando González; sus nietos René Fujiwara, Tadeo González y Othón de León, y sus bisnietos.

Entre los dirigentes sindicales destacó el coordinador de las Redes Sociales Progresistas, Rafael Ochoa, ex secretario general del sindicato.

Gordillo pidió a los maestros, en el inicio del ciclo escolar, que hicieran su mejor esfuerzo y que dieran lo mejor de sí mismos en las aulas, “con la tranquilidad de que sus preocupaciones deberán ser fielmente defendidas, que sus derechos los defendemos con puntualidad, que la dignidad del magisterio se volverá a valorar”.

Indicó que se percibe una crisis del SNTE de “autodestrucción” como nunca se había visto en su historia “larga y compleja”. Agregó que esta organización fue “fuerte y autodeterminada”, y que es momento de recuperar estas características.

Adelantó que en lo inmediato se entregará a su familia, pero que no abandonará sus convicciones. La vida continúa, dijo, y permanecerá al lado de los maestros.

“El mundo y nuestro país están inmersos en una profunda transformación y hemos recibido una gran lección ciudadana, lo que viene debe plantearse con cuidado, sin obsesiones y sin odios, sin rencores por el pasado y pensando en el futuro. Trabajando siempre por el bien de la patria, el pueblo”, aseguró.

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