En San Miguel Tlalmimilolpan, una pequeña comunidad de menos de 3 mil habitantes enclavada casi al pie del volcán Iztaccíhuatl, ocurrió un milagro. Sí, un milagro para los residentes que así lo califican.
Su Cristo, el Señor de Tlalmimilolpan, una figura que data del siglo XVI, quedó intacta al colapsarse el santuario que se erigió en su honor hace más de 400 años. Dos cúpulas se vinieron abajo y la cúpula mayor está por desplomarse. Todo lo que queda del templo está sostenido casi con alfileres.
Aún así, los feligreses entraron después del terremoto que se registró la tarde del martes para saber qué había ocurrido con su templo y con la imagen que idolatran.
Cuando observaron que las bardas laterales se habían caído y la parte superior estaba despedazada en el suelo pensaron lo peor. Se llevaron una grata sorpresa cuando penetraron entre los escombros hasta donde se encontraban las obras de arte sacro que les dan orgullo en toda la región.
La figura del Señor de Tlalmimilolpan no tenía ni un rasguño, la recogieron intacta y la cargaron entre varios para sacarla del sitio del que caían por doquier partes de la estructura superior del santuario. Ahora está en uno de los domicilios de la comunidad.
"Nuestro Cristo es muy venerado por vecinos del municipio y también de Chalco, Texcoco y Distrito Federal, para pedir el buen temporal de las cosechas y es muy milagroso", contó Juan Manuel Soberanes Zúñiga, uno de los pobladores que participa en el rescate del recinto religioso.
Sin ayuda oficial, sin protección y sin herramientas, los lugareños entran y salen para rescatar los objetos de arte sacro. Pudieron sacar los retablos, también del Siglo XVI que se encontraban colocados en las paredes del santuario y los llevaron a casas de los integrantes de la Mayordomía.
"Es un mensaje para nosotros que nuestro Señor de Tlalmimilolpan se haya salvado", dijo Juan Manuel. Y quieren creer los pobladores católicos que es un mensaje para que ese templo puede ser restaurado o construir uno nuevo para que pueda tener un nuevo sitio en donde lo puedan adorar sus devotos creyentes.
En Ecatzingo, municipio mexiquense que se encuentra en el límite con el estado de Morelos, y es el más cercano al epicentro del sismo, las autoridades municipales reportaron daños en 566 viviendas, algunas de las cuales se derrumbaron durante el movimiento telúrico.
De acuerdo con la directora de Gobierno local, Angélica Soriano, una persona murió en la comunidad de San Juan Tlacotompa, aunque este deceso no ha sido incluido, hasta ahora, en el recuento oficial del gobierno del Estado de México.
El palacio municipal se colapsó parcialmente, por lo que fue desalojado y no hay actividades oficiales.
La parroquia de San Pedro y San Pablo Apóstoles, que data del año 1508 también se derrumbó. El campanario quedó cerca de la alcaldía que está enfrente del recinto religioso.
Por ser martes el templo se encontraba cerrado, lo que evitó una tragedia mayor, comentó el párroco Víctor Manuel Chávez.
Juan Moreno, titular de Protección Civil municipal informó que el 80 por ciento de las viviendas resultaron afectadas.
Los habitantes afirmaron que la ayuda oficial no ha llegado al municipio ubicado en la región de los volcanes.
Los cinco planteles que se encuentran en esa localidad también sufrieron daños estructurales, afirmaron los funcionarios municipales.
Uno de los puentes del libramiento José Blake Mora, en la carretera federal México-Cuautla, en el límite de Amecameca y Ayapango fue cerrado a la circulación vehicular porque sufrió daños, dijeron trabajadores que desviaban el tráfico en ese punto.