1. Los murales industriales de Diego Rivera, Detroit
En 1932, las paredes del Instituto de Artes de Detroitfueron intervenidas por Diego Rivera, para reflejar la evolución de la industria automotriz desde la mirada del obrero. Dicho trabajo fue un encargo de Edsel Ford, el entonces presidente de la compañía Ford Motors. Se dice que el pago ofrecido por estas grandes obras del siglo XX, fue de 20 mil dólares.
2. Penacho de Moctezuma, Viena
Si no puedes viajar a Viena para admirarlo, en el Museo Nacional de Antropología de la CDMX se exhibe una réplica.
3. El pensamiento y alma huicholes, estación del metro de París, Palais Royal-Musée du Louvre
En 1997, los gobiernos de México y Franciarealizaron un intercambio artístico. En ese entonces, el presidente de nuestro país, Ernesto Zedillo, obsequió a Francia una obra del artista huichol Santos de la Torre.
El mosaico tiene más de dos millones de chaquiras y se ubica en la estación del metro parisino Palais Royal-Musée du Louvre, a unos pasos del grandioso Museo de Louvre.
El presidente francés, Jacques Chirac, por su parte, le obsequió a nuestro país las farolas y la herrería en estilo art nouveau de entrada al metro que se ubica a un costado de Bellas Artes. Estos intercambios fueron colocados cerca de recintos artísticos para enaltecer aún más su valor.
4. Tesoros prehispánicos en el Museo Británico, Londres
En su colección alberga varias piezas prehispánicasque llegaron a Europa como regalos hechos aHernán Cortés o como parte de las excavaciones que realizaron los investigadores de Reino Unido en los sitios arqueológicos de la zona maya.
En el acervo se encuentra “La serpiente de dos cabezas”, una pieza mexica que se cree fue utilizada como pectoral para ceremonias rituales; la “Máscara de Tezcatlipoca”, que representa al señor del cielo y de la tierra; y, la “Máscara de Quetzalcóatl”, realizada con incrustaciones de turquesa y obsidiana.
5. Nican Mopohua, Biblioteca Pública de Nueva York
Es un libro de origen náhuatl donde se narra laaparición de la Virgen de Guadalupe, en el cerro del Tepeyac. Una parte del fragmento se encuentra en la Biblioteca Pública de Nueva York y se puede consultar en el sitio oficial de la biblioteca.