En lo que va del año, seis estados concentran 40% de los feminicidios del país, con 188 decesos de los 469 casos que se registraron a nivel nacional, de acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Veracruz, Nuevo León, Chihuahua, Sinaloa, Guerrero y Jalisco (sin contar al Estado de México y Ciudad de México) son las entidades que hasta el momento encabezan los crímenes contra mujeres y de los cuales cuatro cuentan con Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), con excepción de Chihuahua y Jalisco.
Las cifras del Secretariado muestran que durante julio se reportaron 78 feminicidios en México, siendo el mes más violento contra ellas en lo que va del año, seguido por abril y junio, cuando se reportaron 73 y 71 casos, respectivamente. Durante julio, las entidades que reportaron más feminicidios fueron Sinaloa, con ocho asesinatos de mujeres; le siguen Nuevo León, con siete; Zacatecas, con cinco, y en Chihuahua y Guerrero, cuatro en cada estado.
Radiografía hasta julio
De enero a julio de 2018, Veracruz se colocó al frente de los casos de feminicidios reportados con 39 víctimas, lo que representa 8.3% del total nacional (469 muertes). En comparación con el mismo periodo, pero de 2017, el SESNSP contabilizó 46 casos, lo que representa una disminución de 15.2% de incidencia en aquella entidad.
En Nuevo León, durante el mismo periodo, la incidencia de feminicidios fue de 37 reportes, lo que representa 7.8% a nivel nacional. En el mismo lapso de 2017, Nuevo León acumuló 15 muertes, lo que representa un aumento de 40.5%. En Chihuahua, de enero a julio se han reportado 32, es decir, 6.8% de los casos a nivel nacional.
A pesar de que Sinaloa fue la entidad con más muertes de mujeres en julio, en el conteo acumulado empata con Guerrero en el cuarto lugar, con 29 decesos; mientras que en Jalisco se registran 22 hechos. En contraste, los estados de Baja California Sur y Querétaro no tienen reportes de feminicidios en 2018.
Alerta de género
La Secretaría de Gobernación (Segob) ha emitido a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres en 13 estados del país, de los cuales, en 11 han sido sólo en algunos municipios mientras que en Veracruz y Zacatecas ha sido dirigida a toda la entidad.
Sin embargo, de las seis entidades que encabezaron las cifras de feminicidios, sólo cuatro cuentan con la alerta de género: Sinaloa, Nuevo León, Veracruz (en dos ocasiones) y Guerrero. La lista de entidades con AVGM la completan el Estado de México, Morelos, Michoacán, Chiapas, Colima, San Luis Potosí, Quintana Roo, Nayarit y Zacatecas.
De acuerdo con la Conavim, ocho solicitudes de alerta de género están en un proceso de cumplimiento para municipios de Campeche, Coahuila, Estado de México y Jalisco, y para todo el territorio de Ciudad de México, Durango, Oaxaca y Puebla.
Urgen a homologar delito
El problema principal respecto al feminicidio en México es que la tipificación de este delito no está homologada en el país, lo cual crea vacíos legales que impiden el correcto actuar de las autoridades, consideró el maestro Pablo Navarrete Gutiérrez, coordinador del Área de Asuntos Jurídicos del Instituto Nacional de la Mujeres (Inmujeres).
En entrevista con EL UNIVERSAL, el funcionario afirmó que urge un proceso de homologación del feminicidio en México para que no haya discrepancia ni de los elementos que configuran este delito ni de las penas.
“Los datos de discrepancia que da el Secretariado obligan a seguir insistiendo a las procuradurías y fiscalías del país que todo caso de violencia sea procesado como si fuese un feminicidio”, señaló.
Alertó que de no concretarse la homologación, se acarrean errores metodológicos en la tipificación del delito y surgen resquicios jurídicos para que los criminales libren el peso de la justicia sobre sus actos.
Navarrete Gutiérrez enfatizó que varias entidades no están cumpliendo con la disposición de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que determina que todas las muertes violentas de mujeres deben procesarse como si fueran feminicidios.