Académicos y ex líderes del Movimiento del 68 se reunieron para analizar el impacto que este capítulo de la historia mexicana tuvo en el sistema educativo actual.
Reunidos en el coloquio “Actualidad del 68: universidad, juventud y política 50 años después”, realizado por la Universidad Autónoma Metropolitana; los ponentes destacaron la necesidad de estudiar al Movimiento estudiantil del 68 más allá del paro universitario.
Roberto Rodríguez Gómez (IISUNAM); Salvador Martínez della Rocca (ex integrante del Comité de Lucha de la Facultad de Ciencias de la UNAM en 1968); Javier Mendoza Rojas (IISUE ANUIES) y Adrián de Garay Sánchez (catedrático UAM-A); compararon el contexto en el que protestaron los jóvenes del 68 con el que viven los jóvenes actualmente.
De Garay Sánchez destacó que anteriormente el perfil de los estudiantes de la UNAM y del Instituto Politécnico Nacional era de élite pues llegar al nivel superior de estudios era un privilegio para pocos y actualmente tanto las universidades públicas como la oferta educativa privada han crecido exponencialmente rebasando la barrera socioeconómica en las aulas.
Además indicó que en el 68 los estudiantes exigían la liberación de presos políticos, la supresión del delito de disolución social y el alto a la represión contra los universitarios, actualmente el panorama ha cambiado.
“Antes, la pelea era contra el ejército y los granaderos, hoy los estudiantes levantaron la voz contra la inseguridad al interior de la Universidad”, dijo.
Martínez della Rocca reconoció que su generación tenía una vida tranquila y feliz pero, influenciados por la ideología del mayo francés e impactados por la revolución cubana y la figura de Ernesto Che Guevara, los jóvenes mexicanos no podían quedarse como meros espectadores de las desigualdades que vivían algunos sectores y de las acciones de represión a cualquier movimiento opositor al gobierno de Gustavo Díaz Ordaz.
“Por primera vez un rector de la Universidad, miembro del gabinete emitía un cuestionamiento profundo a la política de represión del Presidente de la República, ese momento, cuando Javier Barros Sierra salió a marchar con la UNAM y el Politécnico debería ser estudiado más a profundidad para entender por qué surgió el movimiento y por qué hoy, 50 años después, aún tiene impacto”, afirmó.
Los ponentes coincidieron en que México no es el mismo desde el 68 y que aunque en materia educativa ha habido grandes avances en cuanto a acceso a la educación y políticas de inclusión, aún existen brechas pendientes por cerrar y en las cuales la sociedad, las universidades y el gobierno deberán trabajar.
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