La mesa de negociación acordada entre Andrés Manuel López Obrador, aspirante presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) para analizar la viabilidad de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) suma voces de rechazo.
Los aspirantes presidenciales, Ricardo Anaya, de Por México al Frente, y José Antonio Meade, de la alianza Todos por México, coincidieron en que la obra no puede negociarse en estas mesas de análisis.
El presidente de la Comisión Especial para dar Seguimiento a la construcción del Nuevo Aeropuerto, el perredista Rafael Hernández Soriano, se pronunció porque sean quienes ganen la titularidad del Ejecutivo y el Legislativo federales en julio próximo los que revisen íntegramente este proyecto, pues tal como va será un “elefante blanco” que no será útil a la sociedad mexicana, sino sólo al grupo económico al cual pertenece el presidente Enrique Peña Nieto.
El legislador perredista informó que en las reuniones de la Comisión Especial que encabeza con Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) —la empresa paraestatal encargada por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) del proyecto— ha habido ausencia de estudios completos de planeación, opacidad en los procesos de gestión y financieros, omisiones en el Plan Maestro y en la planeación urbana, ocultamiento de obras relacionadas e inicio de obras sin plan de interconectividad.
Anaya afirmó que no sería facultad de un organismo empresarial decidir si la obra sigue o no. Insistió en que en caso de que él sea Presidente la construcción va a continuar.
Dar marcha atrás, “absoluto disparate”. Luego de reunirse con integrantes del Club Rotario en un hotel de Polanco, agregó que es un “absoluto disparate” la idea de dar marcha atrás al proyecto del aeropuerto e insistió que en caso de llegar a ser Presidente se debe garantizar que se lleve a cabo con los más estrictos estándares de transparencia.
Meade Kuribreña consideró que el Estado de derecho no se discute, razón por la cual rechazó que se lleve a cabo una mesa de análisis para determinar la viabilidad técnica del Nuevo Aeropuerto Internacional de México.
“Pensamos que el Estado de derecho no se discute, implica el cumplimiento de los contratos y el desahogo de obras de infraestructura vitales y fundamentales.
“Si bien estamos absolutamente convencidos de la importancia y la transparencia y la rendición de cuentas de que absolutamente todo lo que se ha gestionado se revise para ponderar y para estar cierto de que siempre se observó la ley, no pensamos que la ley sea objeto ni de mesas de debate ni de mesas de reflexión”, aguró en entrevista luego de participar en la toma de protesta de José Calzada, como secretario general del Movimiento Territorial.
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