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Para la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) la investigación de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa tiene muchas deficiencias. El organismo sabe que la tesis que ha manejado esa dependencia no es del todo cierta, afirmó José Trinidad Larrieta Carrasco, titular de la Oficina Especial para el caso Iguala.
En entrevista con EL UNIVERSAL resaltó que a cuatro años de los hechos ocurridos la noche del 26 de septiembre, la CNDH sigue velando porque se llegue a la verdad, no sólo para las víctimas sino para la sociedad en general.
Recordó que la comisión ha emitido cuatro pronunciamientos sobre el caso y prepara un informe, el cual planea presentar en poco tiempo. Como resultado de las investigaciones que ha realizado, emitió observaciones a la PGR, que ha hecho sus propias diligencias sobre temas que ponen en duda la “verdad histórica” que afirma el gobierno.
“Aun cuando no ha habido de parte de la procuraduría un pronunciamiento puntual sobre, por ejemplo, el segundo reporte que hizo la CNDH, en el que hablamos de una ruta adicional a la que ha venido sosteniendo, aún cuando la PGR sigue con su tesis, ha hecho investigaciones sugeridas por la propia Comisión Nacional de los Derechos Humanos que indican que hubo una ruta adicional de desaparición de los estudiantes. Eso quiere decir que en los hechos saben que la tesis que han manejado no es del todo cierta”, destacó.
Para el organismo la detención equívoca de Erick Uriel Sandoval, confundido con La Rana, así como el hecho de que las autoridades traten de darles a El Patrón y a El Caminante personalidades que no corresponden con ellos, son ejemplo de las fallas que hay en la indagatoria.
“El personaje de El Patrón nos parece de mayor importancia en el caso, porque entendemos que es el principal líder de la organización criminal que dispuso de todo lo que ocurrió en Iguala. Han tratado en la procuraduría de establecer que su personalidad corresponde a un sicario de poca monta, de los niveles más bajos del estrato de la estructura criminal de Guerreros Unidos que tenía circunscrita su actividad simplemente como sicario en Huitzuco, pero que él no era capaz ni tenía los medios ni la personalidad dentro de la estructura general para haber dispuesto y manipular a policía de todos lados.
“Esa misma actitud ha tomado la procuraduría con otro de los personajes que es El Caminante, que es otra de las aportaciones que hizo el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), igual ahí están aportándole su personalidad a una persona que no lo es”, advirtió.
El caso de Sandoval Rodríguez es emblemático para la comisión, precisó, que ha mostrado evidencias de que no es La Rana, el implicado en la desaparición de los normalistas; sin embargo, la PGR ha hecho caso omiso a los señalamientos y lo mantiene en prisión, lo que no sólo afecta al detenido, sino también bloquea el camino a la verdad. “Me parece irracional que con toda esa prueba avasalladora que hay, contundente, plena, absoluta, era para que hubiera reconocido su error”.
arq