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En términos generales, la satisfacción con la vida de la población adulta mejoró en el primer mes de 2018 respecto al mismo periodo del año anterior, sin embargo, los menores niveles de satisfacción tienen que ver con la situación del país y la seguridad ciudadana, revelan los resultados más recientes del módulo de Bienestar Autorreportado dados a conocer por el Inegi.
En una escala de 0 a 10, el promedio de satisfacción con la vida de la población adulta en el ámbito urbano fue de 8.2 en enero de 2018, mientras que en el mismo mes de 2017 era de 7.9, promedio que a su vez había retrocedido respecto a enero de 2016.
En el primer mes de 2018 la satisfacción con la vida de la población adulta retoma el nivel registrado tres años atrás (enero de 2015). Entre los hombres el promedio en enero de 2018 fue de 8.2 y entre las mujeres de 8.1.
Los menores promedios de satisfacción corresponden a aspectos de la esfera pública: satisfacción con el país (6.1) y seguridad ciudadana (4.8). Por su parte, El mayor promedio de satisfacción se sigue presentando en uno de los dominios del ámbito privado, que es el de las relaciones personales (8.6).
Del total de la población adulta urbana, el 2.2% califica entre 0 y 4 su satisfacción con la vida, y el 8.6% la califica con 5 o 6. El mayor porcentaje de población (45.2%) reporta un nivel de satisfacción con valores de 7 u 8, en tanto que 44% otorga una calificación de 9 o 10.
Respecto a los dominios de satisfacción, 94.1% de la población adulta otorgó calificaciones entre 7 y 10 en lo que corresponde a sus relaciones personales; en contraste, 70.8% presentó valoraciones no mayores a 6 en seguridad ciudadana.
El balance anímico de la población, o contraste de estados anímicos positivos y negativos que los individuos experimentaron el día anterior a la entrevista, en una escala de -10 a +10, avanzó de 6.1 en enero de 2017 a 6.4 en igual mes de 2018. Esto resulta de restar, a los puntajes de estados anímicos positivos, los puntajes de los negativos.
El concepto de bienestar subjetivo se refiere al reporte que hacen los individuos respecto de su propio bienestar en relación con tres aspectos: 1) Satisfacción con la vida en general y ámbitos específicos de la misma, denominados dominios de satisfacción; 2) Fortaleza de ánimo y sentido de vida, con base en el grado de acuerdo mostrado con ciertos enunciados; y 3) Balance anímico, que explora la prevalencia de estados anímicos positivos o negativos en un momento de referencia.
