En los 213 días que han pasado desde el 8 de septiembre, cuando inició el proceso electoral hasta ayer, que se registró el cierre de campañas, 133 políticos fueron asesinados en 26 estados del país. Se trata, afirman especialistas, del proceso más violento del que se tiene registro.
Sólo entre el 19 y el 27 de junio, las dos semanas previas a la elección, se contabilizaron 13 crímenes, entre los que destacan los de cuatro candidatos (dos en Michoacán, uno en Oaxaca y otro en Sinaloa) y el de un ex alcalde. La víctima reciente fue Javier Ureña González, secretario del ayuntamiento y encargado de la alcaldía de Buenavista, Michoacán.
De acuerdo con datos de Etellekt Consultores, especializada en riesgos políticos, estas muertes alcanzaron casi la totalidad del territorio nacional, pero son las entidades del litoral del Pacífico las que concentran 68 casos, más de 51% de los crímenes.
Por número de casos, Guerrero y Oaxaca destacan como focos rojos, pues se registraron 26 políticos muertos en cada estado. En Guerrero los crímenes se cometieron en los primeros meses del proceso electoral, mientras que en Oaxaca siguen los ataques. Entre el lunes y el martes fueron emboscados dos abanderados: Emigdio López, que iba por una diputación local por Morena y murió junto con cuatro colaboradores; así como Raymundo Carmona, candidato a la alcaldía de Pochutla.
En el conteo Puebla ocupa el segundo puesto, con 13 casos, mientras que Michoacán suma nueve. En esta entidad la violencia contra políticos se ha disparado en las últimas semanas, pues cuatro de estos crímenes se han registrado en junio.
La lista la complementan Veracruz, con ocho muertes; Edomex, con siete y Chihuahua, donde se han registrado seis casos. Otras cinco entidades: Tamaulipas, Jalisco, San Luis Potosí, Hidalgo y Guanajuato reportan cuatro víctimas cada uno; mientras que en Durango, Sonora, Colima y Morelos han matado a dos políticos, respectivamente. El conteo lo cierran 10 estados más con un caso cada uno.
Por partido político, los más golpeados por estos crímenes han sido el PRI (45), Morena (20) y PRD (18). Además, el Sexto Informe de Violencia Política de Etellekt contabiliza 548 agresiones, que incluyen los 133 asesinatos (48 de candidatos), 47 tentativas de homicidio y 50 asesinatos de familiares de políticos.
El más crítico. Especialistas como Rubén Salazar, director de Etellekt, y el ex consejero presidente del otrora Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, coinciden en que ningún otro proceso electoral ha registrado el nivel de violencia actual.
Según la consultoría, en los comicios de 2011-212, en el que se disputaron mil 967 cargos, incluidas siete gubernaturas, 565 diputaciones y 766 alcaldías, sólo se registró el asesinato de nueve políticos, uno de ellos aspirante a un puesto de elección, en contraparte a los 133 que suman en el actual proceso, donde se disputan 3 mil 223 cargos locales y federales.
Rubén Salazar, director de Etellekt, considera que precisamente la concurrencia de elecciones locales con la federal puede considerarse como una de las causas de esta violencia.
A su vez el ex consejero del IFE señala que se trata del proceso con “mayor número de actos de violencia física contra candidatos”, pero afirma que “no son con el fin de intimidar a votantes, sino a candidatos, para buscar que permitan la libre acción de las bandas delictivas en sus gobiernos”.
La consecuencia más grave, señala, sería que en los próximos años haya más gobiernos locales que estén al servicio del narcotráfico. “El crimen organizado está interesado en cooptar gobernantes, porque ahí es donde está su negocio, de forma que la elección no está en riesgo, sino la autonomía de los gobiernos frente al crimen”, advierte.