El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que “sería un rotundo fracaso” no terminar el Tren Maya a finales de 2023, poco antes de finalizar su gobierno, por lo que llamó a acelerar los trabajos, pues “no podemos fallar”.
Al supervisar el Tramo 1 que correrá de Palenque, Chiapas a Escárcega, Campeche, el titular del Ejecutivo federal advirtió que no pueden dejar esta obra inconclusa a la siguiente administración, pues se corre el riesgo de que no se concluya.
“No podemos, no existe la posibilidad de fallar y de no inaugurar el tren en el 2023. No hay más tiempo, sería un rotundo fracaso porque si no terminamos completa la obra heredaríamos un problema al nuevo gobierno y no sólo eso, el riesgo de que se quede la obra inconclusa, por eso no podemos fallar”, aseveró.
Acompañado por el gobernador Adán Augusto López (Morena), así como por integrantes de su gabinete y representantes de las consultoras que labora en ese tramo, el presidente López Obrador advirtió que, para que no se atrase la construcción, adelantará sus visitas de supervisión de cada tres meses a dos meses o incluso cada 15 días.
El mandatario federal recordó que el tramo de Cancún a Tulum será elevado como los segundos pisos viales que hay en la Ciudad de México y recordó que cuando se construyeron había temor de que se cayera, e incluso sus hijos - que estaban pequeños cuando era jefe de Gobierno en la capital- le preguntaron que si había posibilidad de que se cayeran, pues no querían cargar con “esa vergüenza”.
“Hubo oposición, llegaron a decir que esta se iban a caer, recuerdo que mis hijos que estaban pequeños llegaron a plantearme el problema de decir, ¿papá, está seguro de que no se van a caer los segundos pisos? Nosotros vamos a vivir siempre aquí o en Tabasco y no queremos cargar con esa vergüenza. Pues no, no se van a caer y afortunadamente no se han caído, porque fueron bien construidos y han resistido ya temblores”, afirmó.