El comandante de la Policía Municipal de Celaya, Sergio Morales Casas, fue abatido por hombres armados que lo atacaron cuando esperaba la luz verde del semáforo en la avenida Tecnológico de esta ciudad, a medio kilómetro de la Comandancia Norte.
Con ese crimen, se elevó a 38 la cifra de elementos de seguridad asesinados durante 2019 en Guanajuato, nueve de ellos entre el miércoles y ayer.
Morales Casas, quien coordinaba la operatividad de la corporación, se dirigía a su domicilio a bordo de una camioneta después de haber salido de su turno.
Frente a la Plaza Tecnológico, sujetos le dispararon a mansalva con armas largas desde un vehículo compacto, de acuerdo con las primeras versiones.
El hecho ocurrió alrededor de las 8:30 horas, cuando se registraba una elevada carga vehicular por el desplazamiento de alumnos a las escuelas y de trabajadores.
El mando quedó sin vida recostado en el asiento del conductor, mientras que en el vehículo resultaron marcados los impactos de bala en carrocería y cristales.
El gobierno municipal condenó el asesinato del comandante Morales Casas, quien tenía más de 25 años de servicio ininterrumpidos en la corporación.
“Las investigaciones del caso se encuentran a cargo de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato, que tendrá que aportar mayor información sobre el suceso, siempre y cuando no se obstruya la investigación”, señaló el ayuntamiento.
También la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la entidad expresó su solidaridad con la corporación de Celaya y reprobó “cualquier acto que busque atentar contra la tranquilidad de los habitantes”.
El homicidio del comandante Morales Casas ocurrió a 60 horas de que se registrara un atentado a las oficinas de la Fiscalía Regional “C” de Celaya, en el que un policía ministerial murió y tres de sus compañeros fueron heridos.
El domingo pasado fue “levantado” por individuos armados un policía auxiliar asignado a la vigilancia del relleno sanitario Tinajitas.
Un día antes, el sábado, el subdirector de la Policía Municipal de Pénjamo, Jorge Cisneros Rangel, fue plagiado y asesinado en el municipio de Huanímaro por sujetos armados, quienes lo sacaron con uso de violencia de una universidad en la que estudiaba Criminología.