La candidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez Ruiz, firmó e “hizo suyo” el "Compromiso Nacional por la Paz” ante los representantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano y de Compañía de Jesús en México, así como de organizaciones de la sociedad civil.
Al exponer algunas de sus planteamientos en materia de seguridad, en el evento que se realizó en el Centro Cultural Universitario de Tlatelolco, la aspirante presidencial resaltó las coincidencias entre algunas de sus ideas y las expuestas en el documento, que consta de 117 propuestas, agrupadas en siete ejes.
Entre las coincidencias, subrayó la recuperación de la paz y la seguridad, la renovación del sistema de procuración e impartición de justicia, una reforma al sistema penitenciario y la creación de estrategias que promuevan el bienestar de los adolescentes y mitiguen los riesgos a los que están expuestos.
"Hago mías las preocupaciones y propuestas expresadas en el documento, en lo relativo a la necesidad de fortalecer el tejido social, atender integralmente el problema de la seguridad, abordar el tema de la justicia con diagnóstico y transparencia, saldar la deuda que tenemos pendientes con la población adolescente, construir una auténtica gobernanza democrática que conduzca la paz, identificar los temas cruciales en la crisis de derechos humanos que padecemos como lo relativo a la desaparición de personas, la violencia contra las mujeres, la violencia contra las personas en movilidad”, puntualizó.
Remarcó que su principal objetivo es lograr la pacificación del país, con justicia y dignidad para todos los mexicanos, para lo cual contempla en su plan de gobierno la desmilitarización.
“La más importante, es la desmilitarización de la administración pública, y aquí permítanme parafrasear lo que dijo Jesús, refiriéndose a Dios y al Cesar, a los civiles lo que le corresponde a los civiles y a los militares lo que le es de los militares. La línea con el documento, la desmilitarización, pasa por pagarle bien a quien nos cuida, a los policías municipales, estatales, ministerios públicos y jueces, ninguno de ellos se quedará fuera de la clase media”, señaló.
Sobre su propuesta de crear una gran prisión de alta seguridad, aclaró que es solo parte de una gran estrategia integral para poner orden en el sistema penitenciario, que hoy está dominado por los autogobiernos y marcado por la violación de derechos humanos.
Dijo que los reclusorios deben ser verdaderos centros de readaptación social “y no escuelas de delincuentes, donde se violan sistemáticamente los derechos humanos, como sucede hoy en día”. “En paralelo, estoy haciendo una propuesta para reducir aquellos delitos que se criminalizan, de tal manera que las cárceles no estén llenas de personas que cometieron delitos menores”.
Recordó que como senadora presentó una reforma constitucional, que fue probada, en materia de justicia cívica. “Creo que ese es el camino, tenemos que apostarle, yo que provengo de una comunidad indígena, en los usos y costumbres, la justicia alternativa funciona relativamente bien, siempre que no se violenten los derechos humanos”, indicó.